Pregunta: ¿Qué significa ser más preciosa que los rubíes (Proverbios 31:10)?
Respuesta:
En la Biblia hay dos cosas que se consideran más preciosas que los rubíes: la virtud de la sabiduría (Proverbios 3:15) y una mujer de carácter noble: "¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz? Es más preciosa que los rubíes" (Proverbios 31:10, NTV). Una mujer más preciada que los rubíes es una mujer con cualidades piadosas que son raras y valiosas.
El libro de los Proverbios se escribió para enseñar a los jóvenes cómo obtener sabiduría y forjar un carácter moral. Está lleno de directrices prácticas y principios éticos para desarrollar la integridad y tomar decisiones sabias y provechosas en la vida. La pregunta de Proverbios 31:10: "¿Quién podrá encontrar una esposa virtuosa y capaz?", indica que el lector debe buscar mucho para encontrar una esposa así para sí mismo.
"La mujer virtuosa es corona de su marido; Mas la mala, como carcoma en sus huesos", advierte Proverbios 12:4. Por el bien de su futura felicidad, éxito y bienestar, un joven debe elegir a su esposa sabia y cuidadosamente. Por eso, Proverbios 31 describe con gran detalle los atributos de una esposa que es más preciosa que los rubíes, la clase de mujer que debe buscar el joven sabio.
Las primeras cualidades mencionadas son la confianza y la devoción: "Su marido puede confiar en ella, y ella le enriquecerá en gran manera la vida. Esa mujer le hace bien y no mal, todos los días de su vida" (Proverbios 31:11-12, NTV). Una esposa virtuosa es un bien para su esposo y no un mal. Es comprensiva y alentadora, no como la esposa rencillosa y regañona, que es como la "gotera continua" (Proverbios 19:13; ver también Proverbios 21:9, 19).
Una mujer valiosa es diligente y trabajadora: "encuentra lana y lino y laboriosamente los hila con sus manos. Es como un barco mercante que trae su alimento de lejos" (Proverbios 31:13-14, NTV). Administra con esmero su casa: "Se levanta de madrugada y prepara el desayuno para su familia y planifica las labores de sus criadas" (Proverbios 31:15, NTV). Como la mujer sabia de Proverbios 14:1, trabaja duro para levantar su hogar. No es como la insensata que lo derriba con sus propias manos.
Una mujer más preciosa que los rubíes también es inteligente y capaz: "Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos" (Proverbios 31:16). Es fuerte y dinámica, con una gran ética del trabajo (Proverbios 31:17). Tiene buen olfato para los negocios, "ve que van bien sus negocios" y aumenta la riqueza de su familia (Proverbios 31:17-18, 24). La descripción de que "su lámpara no se apaga de noche" en el versículo 18 implica que tiene la previsión de planificar el futuro. En la parábola de las diez vírgenes, las cinco cuyas lámparas no se apagaron habían pensado con anticipación en comprar aceite y fueron alabadas por su prudencia y previsión (Mateo 25:1-13).
Una mujer más preciosa que los rubíes es generosa y bondadosa: "Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso" (Proverbios 31:20). No escatima en gastos para proteger a su familia (versículos 21-22). "Su marido es conocido en las puertas, Cuando se sienta con los ancianos de la tierra", dice el versículo 23. Una mujer virtuosa, honra y respeta a su esposo y a su familia. Los versículos 25-26 aplauden su dignidad, sabiduría, bondad y fuerza de carácter. Los miembros de su familia, que son el centro de su devoción, la adoran y le expresan su cariño con bendiciones y alabanzas (versículos 27-28).
El capítulo concluye con el reconocimiento por parte del escritor de la importancia de una mujer, así: "Muchas mujeres hicieron el bien; Mas tú sobrepasas a todas" (Proverbios 31:29). Aunque sea físicamente hermosa y encantadora, su mayor logro es que teme al Señor (versículo 30). Una mujer así es más preciosa que los rubíes por su carácter piadoso: una joya rara y de valor incalculable.
Rut es un excelente ejemplo bíblico de mujer más preciosa que los rubíes. Booz la describió como una mujer virtuosa (Rut 3:11). Era devota y fiel; trabajaba duro y tomaba la iniciativa; y, como la mujer de Proverbios 31, era alabada en las puertas (Rut 2:2; 4:11; cf. Proverbios 31:31).