Pregunta: ¿Por qué los discípulos llegaron a la conclusión de que es mejor no casarse en Mateo 19:10?
Respuesta:
Mientras Jesús enseñaba y sanaba en Judea, algunos fariseos trataron de tenderle una trampa a Jesús, haciéndole una pregunta capciosa sobre el matrimonio y la Ley de Moisés. La respuesta de Jesús llevó a los discípulos a concluir que "no conviene casarse" (Mateo 19:10).
Los fariseos, tratando de atrapar a Jesús en un dilema, le preguntaron si era lícito divorciarse de una esposa por cualquier motivo (Mateo 19:3). Intentaban que Jesús contradijera a Moisés para poder tacharlo de falso maestro. Por supuesto, Jesús respondió astutamente respondiéndoles con las Escrituras. Jesús les recordó que la humanidad fue creada varón y mujer y que el matrimonio era la unión de Dios del hombre y la mujer en una sola carne; por lo tanto, ninguna persona podía separar lo que Dios había unido (Mateo 19:4-6). Jesús apeló al diseño del matrimonio, dando a entender que el divorcio era una violación de ese diseño.
Los fariseos pensaron que Jesús había mordido el anzuelo, y preguntaron por qué Moisés permitía el divorcio (Mateo 19:7). La respuesta de Jesús tal vez no fue la que esperaban. Jesús explicó que el permiso de Moisés para el divorcio era una concesión debido a la dureza de corazón del pueblo, pero que el divorcio nunca fue lo diseñado (Mateo 19:8). Jesús explicó además que, si uno se divorcia por cualquier razón que no sea la inmoralidad (o infidelidad) y se casa con otra persona, entonces está cometiendo adulterio (Mateo 19:9). Mateo no registró la respuesta de los fariseos, pero los discípulos concluyeron que es mejor no casarse (Mateo 19:10).
Jesús comunicó que el estándar de Dios es alto. Los que están casados se vuelven una sola carne y están unidos por Dios de manera única. Solo la infidelidad de uno de los cónyuges podría justificar el divorcio y el nuevo matrimonio del otro cónyuge, y aun eso era una concesión. El divorcio no era lo ideal y no debía ser considerado como el privilegio garantizado de los hombres disconformes. Los discípulos, acostumbrados a la idea de que el divorcio debería ser fácil, retrocedieron ante la idea de estar atrapados en un matrimonio desagradable. Según la enseñanza de Jesús, un hombre que está descontento con su esposa no tiene salida, y los discípulos concluyen que sería mejor no casarse que arriesgarse a una vida de infelicidad.
Al responder a la pregunta de los fariseos, Jesús reiteró la seriedad de la relación matrimonial, ya que Dios ha unido al esposo y a la esposa. Esa unión también fue afirmada por las personas casadas por su pacto mutuo. Violar el pacto sería traición (ver Malaquías 2:14-16). Por eso los discípulos concluyen que es mejor no casarse. Entendieron por las palabras de Jesús que el compromiso matrimonial es una responsabilidad seria. El divorcio estaba legalmente permitido por casi cualquier motivo, pero Jesús explicó que el esposo tenía una obligación de gran peso, por muy fácil que fuera divorciarse legalmente de su esposa.
Más adelante, Pablo explica en Efesios 5:22-27 que el esposo debe amar a su esposa completa e incondicionalmente (ilustrando el amor sacrificial de Cristo por la iglesia), y la esposa debe sujetarse a su propio esposo (ilustrando la respuesta de la iglesia a Cristo). Estas responsabilidades incondicionales son increíblemente serias y no deben tomarse a la ligera. Así como los discípulos concluyen que es mejor no casarse, sería prudente que los que están considerando el matrimonio reconozcan lo importante que es el matrimonio para Dios y cómo Él lo diseñó para que fuera un compromiso para toda la vida. Quizás algunos también lleguen a la conclusión de que es mejor no casarse.
