Pregunta: ¿Cuál es la respuesta bíblica a alguien que dice, 'Mi Jesús . . .'?
Respuesta:
Algunas personas se refieren al Señor utilizando un pronombre posesivo: "Mi Jesús", por ejemplo. Esta frase puede ser simplemente una expresión de confianza de que ellos son de Él y Él es de ellos. En tal caso, no hay nada malo en decir, "Mi Jesús," si la persona que habla es verdaderamente salva. Como hijos de Dios, podemos decir con propiedad que Él es mi Pastor, mi Señor, mi Redentor, etc. (Salmo 23:1; 110:1; 19:14).
El apóstol Pablo habla de "mi Dios" que suplirá todas las necesidades de los creyentes (Filipenses 4:19). Algunos de los grandes himnos de la fe también expresan la maravillosa relación que tenemos con Cristo usando términos de posesión: "Bendita seguridad", por ejemplo, comienza con estas palabras: "¡Bendita seguridad, Jesús es mío!" El himno "Mi Jesús, Te Amo" transmite un pensamiento similar: "Mi Jesús, te amo, sé que eres mío".
Sin embargo, muchas veces, cuando alguien dice "mi Jesús", lo que hace es poner palabras en boca de Jesús o atribuirle una supuesta actitud para apoyar una idea no bíblica. Los ejemplos abundan: "Mi Jesús no condena a las personas por lo que aman" (usado para apoyar la homosexualidad) o "Mi Jesús nunca enviaría a alguien al infierno" (usado para apoyar el universalismo).
Formar una respuesta bíblica a cualquier afirmación que comienza con "mi Jesús" tendría que incluir la verificación de si la afirmación está en consonancia con la Biblia. Si "tu" Jesús nunca enviaría a alguien al infierno, por ejemplo, ¿qué hacemos con versículos como Mateo 25:41, que dice que Jesús envía a algunas personas al "fuego eterno"? Solo hay un verdadero Jesús bíblico. No hay un Jesús diferente al que se presenta en la Biblia, al igual que no hay un evangelio diferente (Gálatas 1:6–7). Hablar de "mi" Jesús versus "tu" Jesús, en este sentido, es no bíblico.
Es fácil afirmar ciertas cosas en nombre de alguien que no está físicamente presente; sin embargo, solo decir algo no lo hace verdadero. Por ejemplo, un niño puede decirle a la niñera que sus padres siempre le permiten quedarse despierto hasta tarde y comer galletas, pero la afirmación del niño puede no ser cierta. Es mejor que los padres hablen por sí mismos en ese caso. Del mismo modo, una persona puede inventar cosas sobre lo que Jesús haría para demostrar un punto o justificar una acción o estilo de vida. Mejor dejar que Jesús hable por sí mismo (en la Biblia).
Cuando alguien dice "Mi Jesús hace/no hace (rellena el espacio en blanco)", en realidad se refiere a "Jesús como yo lo entiendo" o "Jesús como creo que debería ser". Pero la comprensión de uno sobre Jesús puede ser defectuosa, y el verdadero Jesús no está obligado a conformarse con nuestra idea de lo que es mejor. Es por eso que la precisión de cualquier declaración que comienza con "mi Jesús" hay que verificarla usando la Biblia. Es la Escritura la que testifica de quién es Cristo (Juan 5:39). Incluso si un tema o problema específico no se aborda en la Biblia, podemos usar el carácter de Cristo que se ha revelado en la Biblia y el consejo completo de la Escritura para abordar cualquier tema. Si la afirmación de una persona sobre lo que Jesús haría no concuerda con la Escritura, una respuesta bíblica sería discutir la verdad con esa persona en amor (Efesios 4:15). Si la persona se aferra a su afirmación no bíblica sobre lo que Jesús haría o diría o pensaría, es mejor orar para que Dios obre en el corazón de esa persona para que vea la verdad.
No todos los que dicen ser de Jesús lo son realmente. El mismo Jesús dijo: "No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos" (Mateo 7:21). Tristemente, hay falsos creyentes que proclaman a Jesús, pero en realidad no tienen parte con Él. La persona que verdaderamente conoce a Dios, tal como se revela en Cristo, estará con Él por la eternidad (Mateo 7:21; Juan 6:40). Esa persona puede decir con valentía y gozo: "Mi Jesús". Y esa persona solo debe hacer afirmaciones sobre "mi Jesús" que se alineen con el verdadero Jesús de la Biblia.