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Pregunta: ¿Qué significa "no me des pobreza ni riquezas" (Proverbios 30:8)?

Respuesta:
El autor de Proverbios 30 es un desconocido llamado Agur. En humilde oración, le pide al Señor: "No me des pobreza ni riquezas; Manténme del pan necesario" (Proverbios 30:8). Mientras ora contra los extremos de la abundancia y la necesidad, el corazón de la oración de Agur es contentarse con la porción que Dios le provee.

"Pues si me hago rico, podría negarte y decir: "¿Quién es el Señor?". Y si soy demasiado pobre, podría robar y así ofender el santo nombre de Dios" (Proverbios 30:9, NTV). Con estas palabras, Agur reconoce su debilidad y su dependencia de Dios para superar la tentación. Es muy consciente de su tendencia humana a olvidarse de Dios cuando la vida es demasiado cómoda y está bendecida por la abundancia, o a alejarse de Dios y deshonrarlo cuando la vida está llena de dificultades.

Al decir: "No me des pobreza ni riquezas", el sabio pide al Señor lo justo para satisfacer sus necesidades cotidianas. Su oración se parece mucho al Padre Nuestro cuando Jesús dice: "El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy" y "no nos metas en tentación" (Mateo 6:11, 13; Lucas 11:3, 4).

En la oración de Agur, las "riquezas" representan un estado exaltado. Considera que la búsqueda de la riqueza es vacía e insatisfactoria y pide a Dios que lo libre de esta trampa. Ha aprendido que los ricos se dejan seducir fácilmente por el orgullo y la independencia y no pueden ver su necesidad de Dios (Deuteronomio 8:11-14; Mateo 19:23; Marcos 10:23; Lucas 18:23-25). El escritor de Hebreos advierte: "Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré" (Hebreos 13:5). Dios, y no el dinero, es nuestra mayor necesidad.

Agur considera que ambos extremos—pobreza y riqueza—son igualmente seductores. La trampa de la pobreza es su tendencia a alejar a una persona de una vida de moralidad e integridad. Agur teme "que siendo pobre, hurte" (Proverbios 30:9).

El "pan nuestro de cada día" por el que ora Jesús en Mateo 6 se refiere a lo justo para satisfacer nuestras necesidades. Nuestro "pan de cada día" es la porción individual que Dios considera apropiado darnos cada día para alimentar tanto nuestros cuerpos como nuestras almas. Si tenemos lo mejor de Dios para nuestras vidas, para nuestros cuerpos y almas, entonces tenemos lo que es verdaderamente mejor. No necesitamos nada más ni nada menos.

El apóstol Pablo enseñó que "gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento" (1 Timoteo 6:6). Con sencillez y humildad, Pablo dijo a Timoteo: "Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto. Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición; porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores" (1 Timoteo 6:8-10).

Pablo nunca oró: "No me des pobreza ni riquezas", sino que experimentó ambas condiciones: "Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece" (Filipenses 4:12-13).

Pablo descubrió cómo estar contento fuera cual fuera la situación a la que se enfrentara, y animó a otros creyentes a hacer lo mismo: "Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús" (Filipenses 4:19). Tanto si disfrutaba de un banquete como si pasaba hambre, Pablo dependía de Dios para todo. Su confianza absoluta en Dios era el secreto de su satisfacción. Al igual que Agur, Pablo reconocía humildemente su necesidad de Dios, que podía protegerlo de las tentaciones de la autosuficiencia, el orgullo, la inmoralidad y cualquier otra amenaza.

Hoy, la oración de Agur, "no me des pobreza ni riquezas", podría sonar algo así: "Señor, no deseo riquezas, ni busco vivir en la pobreza. Mi único deseo es tener lo que Tú sabes que es mejor para mí. Por favor, dame solo lo que es agradable, mejor y necesario—solo lo suficiente para hoy—y será suficiente como todo lo que necesito".

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