Pregunta: ¿Qué no hemos sabido o escuchado (Isaías 40:28, NBLA), y por qué importa?
Respuesta:
Dos veces en Isaías 40 se hace la pregunta sobre cosas que no hemos sabido u oído (Isaías 40:21, 28). La primera aparición de la pregunta es en Isaías 40:21:
"¿No saben?
¿No han oído?
¿No se lo han anunciado desde el principio?
¿No lo han entendido desde la fundación de la tierra?" (NBLA).
La cuádruple pregunta de Isaías es retórica. Por supuesto que lo sabían; por supuesto que habían oído que es solo Dios
"Él es el que está sentado sobre la redondez de la tierra,
Cuyos habitantes son como langostas.
Él es el que extiende los cielos como una cortina
Y los despliega como una tienda para morar.
Él es el que reduce a la nada a los gobernantes,
Y hace insignificantes a los jueces de la tierra" (Isaías 40:22-23, NBLA).
El punto es que nadie es igual a Dios (Isaías 40:18, 25). Los lectores de Isaías lo han sabido y oído, y es importante porque Dios es el Creador y Soberano sobre todos. Por lo tanto, todos son responsables ante Él. La idolatría -la adoración de dioses falsos- es una necedad (versículos 19-20).
Isaías añade que Dios controla el clima y ha creado, numerado y dado nombre a las estrellas (Isaías 40:24, 26). Isaías recuerda a sus lectores que, si Dios controla la naturaleza hasta ese punto, entonces lo que han conocido y oído sí importa. No deberían pensar que Dios desconoce su camino o que escaparán a la justicia (Isaías 40:27).
Más adelante, en el mismo pasaje, Isaías vuelve a preguntar: "¿Acaso no lo sabes? ¿Es que no lo has oído?". (Isaías 40:28a). El punto esta vez es que el Creador tiene poder y sabiduría ilimitados:
"El Dios eterno, el Señor,
el creador de los confines de la tierra
No se fatiga ni se cansa.
Su entendimiento es inescrutable" (Isaías 40:28b)
Él es quien, en Su misericordia, fortalece a los que no tienen fuerzas (Isaías 40:29). Incluso los que tienen fuerzas pueden tropezar (Isaías 40:30), pero los que esperan en Él serán fortalecidos (Isaías 40:31).
El pueblo había conocido y oído la verdad; le había sido declarada desde el principio, incluso desde los cimientos de la tierra. Como explicaría Pablo más adelante, Dios se ha revelado a través de todo lo que ha hecho, mostrando Sus atributos invisibles, Su eterno poder y Su naturaleza divina (Romanos 1:20). A través de Su creación, Dios ha mostrado lo suficiente de Sí mismo como para que todas las personas estén sin excusa (Romanos 1:20). Hemos conocido y oído, y eso importa. Como explica Isaías, Dios muestra a través de Su soberanía sobre la naturaleza que todas las personas son responsables ante Él. A quienes dependan de Él, Dios les dará fuerzas para remontar el vuelo, correr y caminar sin cansarse.
Dios se ha revelado a través de lo que ha creado. Lo hemos conocido y oído. Aunque esta revelación natural es suficiente para todas las personas (nadie puede afirmar que no conocía a Dios), Dios ha revelado muchos más detalles sobre Sí mismo en Su Palabra y a través de Jesucristo. De hecho, se nos dice que la forma en que recibimos la gracia de Dios que conduce a la justicia es por la fe en Jesucristo. Todos somos responsables ante Dios. Él nos pide que creamos en Jesús.
Imagínate, el soberano Creador de todo simplemente nos pide que pongamos nuestra confianza (o fe) en Él para que podamos tener una nueva relación con Él y la vida eterna. Al igual que nosotros, el pueblo de Isaías necesitaba comprender que eran responsables ante Dios y que Él era quien podía proporcionarles lo que necesitaban. Lo habían sabido y escuchado. Ahora tenían que poner en práctica lo que sabían.
