Pregunta: ¿Por qué Proverbios 23:10 nos dice que no traspasemos el lindero antiguo?
Respuesta:
Mantener la honestidad en todas las áreas de la vida es el enfoque de muchos proverbios de Salomón, incluyendo este dicho en Proverbios 23:10: "No traspases el lindero antiguo".
Una forma en que una persona podía engañar a su vecino era moviendo o quitando los antiguos linderos. Estos linderos eran piedras grabadas, generalmente amontonadas en forma de columna, con una inscripción que indicaba una línea divisoria entre tierras, distritos o naciones (Génesis 31:51-52). Según la mayoría de los códigos legales antiguos, incluida la Ley de Moisés, quitar un lindero era una violación grave.
Preservar las costumbres ancestrales, las leyes de justicia y las asignaciones tradicionales de tierras era esencial para salvaguardar la integridad y la identidad nacionales de Israel (Deuteronomio 19:14; 27:17). "No traspases los linderos antiguos que pusieron tus padres", ordena Salomón de nuevo en Proverbios 22:28.
En Job 24:2, el traslado de linderos históricos equivalía a un robo. Si un terrateniente corrupto quería ampliar su patrimonio, podía confiscar una porción del terreno de un vecino para su propio uso moviendo el lindero. Esta práctica sería similar a cambiar la posición de un indicador topográfico oficial para robar una porción de la propiedad inmobiliaria de otra persona. Además, al mover un lindero antiguo, uno podría robar los rebaños de un pastizal vecino. En Oseas 5:10, el Señor condenó a los crueles e insensibles gobernantes de Judá, comparándolos con "los que traspasan los linderos", es decir, los que no tienen en cuenta la justicia ni las tradiciones de la ley. Por sus crímenes, Dios prometió derramar Su ira sobre ellos.
El engaño y la mentira son rasgos de los malvados y no deben encontrarse en el pueblo de Dios (Proverbios 12:20; Colosenses 3:9). "No habitará dentro de mi casa el que hace fraude", advierte el salmista (Salmo 101:7).
El Señor se deleita en nuestra sinceridad con Él y con los demás (Salmo 51:6). Dios ve lo que hacemos en secreto (Jeremías 23:24; 2 Samuel 12:7-12; Job 13:10; Salmo 44:20-21; 90:8; 101:5; 139:1-15). Considera pecaminosas todas las formas de deshonestidad, incluyendo el remover linderos antiguos (1 Timoteo 1:9-11; Malaquías 3:7-12; Salmo 5:4-6). Tales pecados tienen consecuencias, incluido el juicio de Dios (Levítico 6:1-7; Oseas 4:1-2; Isaías 29:20-21; Hechos 5:1-10).
El significado del mandato de Salomón: "No traspases el lindero antiguo", se desarrolla a través de las primeras leyes de santidad: "No hurtarán, ni engañarán, ni se mentirán unos a otros. Y no jurarán en falso por Mi nombre, profanando así el nombre de tu Dios. Yo soy el Señor. No oprimirás a tu prójimo, ni le robarás" (Levítico 19:11-13, NBLA).
En la Nueva Traducción Viviente, Proverbios 23:10 dice: "No engañes a tu vecino cambiando de lugar los antiguos límites de propiedad ni te apropies de la tierra de huérfanos indefensos". Quizá no haya nada más detestable para Dios que hurtar tierras y rebaños a huérfanos y viudas o, en otras palabras, robar a los miembros más necesitados y vulnerables de la sociedad. La lealtad de Dios está firmemente establecida del lado de las viudas, los huérfanos y los que necesitan nuestra ayuda (Éxodo 22:22-24; Jeremías 22:3; Salmo 146:9; Proverbios 15:24). El Señor acudirá en su ayuda y espera que Sus seguidores también lo hagan (Deuteronomio 24:19-21; Isaías 1:17; Salmo 82:3).
El mensaje de Proverbios 23:10, de no traspasar el lindero antiguo, es lo mismo que señala Santiago: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27). El Señor es un Dios de verdad e integridad, que siempre trata con honestidad y justicia a los demás, y Su pueblo ha de ser como Él. Dios desea que busquemos la honestidad en nuestro interior y en nuestro trato con los demás (2 Corintios 8:21; Hebreos 13:18). Por esta razón, Pablo exhortó: "No mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus hechos" (Colosenses 3:9).
Proverbios 23:10 también es utilizado por algunas iglesias bautistas independientes para apoyar el landmarkismo, la idea de que no debemos eliminar los "linderos" o "directrices teológicas" que separan a la iglesia del mundo. Los bautistas de Landmark, también llamados Landmarkers o Baptist Briders, se ven a sí mismos como salvaguardadores de la pureza de la iglesia, tal y como se estableció originalmente. Lamentablemente, el landmarkismo también enseña que las iglesias bautistas son las únicas verdaderas y que el reino de Dios equivale a las iglesias bautistas landmarkistas en su totalidad. El landmarkismo, con su aberrante eclesiología, debe evitarse.
