Respuesta:
Algunas iglesias pentecostales y carismáticas predican sobre tener una "nueva unción". Se dice que esta nueva unción es un nuevo derramamiento del Espíritu Santo de Dios en las vidas de los creyentes, específicamente para ayudarles a experimentar más poder, más gozo y más santidad. Aunque hay mucho en la Biblia sobre la unción, el enseñar a los cristianos a buscar una "nueva" unción no es necesariamente bíblico, por muy bien intencionada y espiritual que pueda ser la enseñanza.
Cuando examinemos el concepto de una nueva unción, volvamos al Antiguo Testamento y avancemos hasta el ministerio de Jesucristo y a partir de ahí.
En la Ley, Dios dio instrucciones para hacer "el aceite de la santa unción" (Éxodo 30:25). Este aceite debía usarse para ungir el tabernáculo, el Arca, la mesa y sus utensilios, el candelabro, el altar del incienso, el altar del holocausto, la fuente, y a Aarón y sus hijos. (versículos 26-30). Aarón y sus hijos fueron ungidos para "consagrarlos para que puedan servir [al Señor] como sacerdotes" (Éxodo 28:41).
En todo el Antiguo Testamento, vemos que Dios ordenó que varias personas fueran ungidas como símbolo de la vocación divina de esos hombres. El profeta Samuel ungió a Saúl con aceite (1 Samuel 10:1) y le hizo esta promesa: "Entonces el Espíritu del Señor vendrá sobre ti con poder, y profetizarás...y serás mudado en otro hombre" (versículo 6). Más tarde, Samuel ungió a David, con un resultado similar: "desde aquel día en adelante el Espíritu del Señor vino sobre David" (1 Samuel 16:13). En estos ejemplos de Saúl y David siendo ungidos como reyes de Israel, también vemos que el Espíritu de Dios vino sobre ellos. Por esta razón, con frecuencia se considera que el aceite o la unción representan al Espíritu Santo.
La unción no siempre implicaba un vertido literal de aceite. El término ungido también se utiliza en la Biblia para describir a alguien que Dios eligió para una tarea particular. Por ejemplo, al rey persa Ciro se le llama "ungido" de Dios en Isaías 45:1, aunque en realidad nadie derramó aceite sobre Ciro. Ese rey persa simplemente fue declarado como apartado para servir a Dios. Jesús lleva el título de Cristo, que significa "Ungido" -Jesús fue apartado para el servicio supremo de Dios. Después de que Jesús fue bautizado por Juan el Bautista, el Espíritu de Dios descendió sobre Él como una paloma (Mateo 3:13-16). "Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él" (Hechos 10:38).
Aquí hay una maravillosa verdad: bajo el Nuevo Pacto en Cristo Jesús, cada creyente es ungido por Dios para el servicio. Cada persona que cree en Jesucristo es perdonada y sellada con el Espíritu Santo de la promesa. "Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira, según ella os ha enseñado, permaneced en él" (1 Juan 2:27). "Y el que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios, el cual también nos ha sellado, y nos ha dado las arras del Espíritu en nuestros corazones" (2 Corintios 1:21-22).
La enseñanza de una "nueva unción" después de la salvación no se encuentra en la Biblia. La Biblia nunca nos dice que pidamos que el Espíritu Santo venga sobre nosotros por la sencilla razón de que ya ha venido. Todos los creyentes son sobrenaturalmente y permanentemente ungidos por el Espíritu Santo. Somos declarados santos por la gracia de Dios a través de la fe en Jesucristo.
Aquellos que enseñan la "nueva unción" tienen una tendencia a buscar experiencias sobrenaturales llamativas en su caminar cristiano. Aquellos que afirman haber experimentado una nueva unción pueden preguntarse por qué todavía encuentran la vida como una lucha y por qué el pecado todavía da tanta batalla. La razón es que cada cristiano camina en luchas diarias, y ninguna unción especial o nueva va a cambiar eso.