Pregunta: ¿Qué quiere Jesús que aprendamos de lo que dijo sobre la ofrenda de la viuda?
Respuesta:
Los Evangelios de Marcos y Lucas relatan un episodio en el que una viuda hace una ofrenda a Dios. No dio mucho, solo dos moneditas, ¿o no?
La historia se conoce como la historia de las dos monedas de la viuda o la historia de la ofrenda de la viuda. Un día, Jesús estaba sentado con Sus discípulos cerca del tesoro del templo, viendo a la gente depositar dinero en las arcas de las ofrendas. En el patio de las mujeres había trece de estos recipientes, y la gente podía echar su dinero al pasar. Jesús observó cómo los ricos aportaban grandes sumas de dinero, pero entonces apareció una viuda con dos pequeñas monedas en la mano. La versión NBLA las llama "dos pequeñas monedas de cobre, o sea, un cuadrante" (Marcos 12:41). Eran las monedas de menor denominación. La viuda echó sus monedas en el arca, y Jesús llamó a Sus discípulos y les mostró su actitud: "De cierto os digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el arca; porque todos han echado de lo que les sobra; pero esta, de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento" (Marcos 12:43-44; cf. Lucas 21:1-4).
La historia de la viuda nos enseña varias cosas. En primer lugar, Dios ve lo que el hombre pasa por alto. Seguramente la gente se fijó en las grandes ofrendas del templo; eso es probablemente lo que estaban viendo los discípulos. Pero Jesús vio lo que nadie más vio: Vio el humilde regalo de una viuda pobre. Este fue el regalo que Jesús consideró digno de mencionar; este fue el regalo que los discípulos debían tener en cuenta. Los demás donativos de aquel día en el arca del tesoro hicieron mucho ruido al tintinear en los recipientes, pero las monedas de la viuda se oyeron en el cielo.
En segundo lugar, Dios evalúa las cosas de forma distinta a como lo hace el hombre. Las dos moneditas de la viuda sumaron un cuadrante, según la tabulación del hombre. Pero Jesús dijo que ella había dado más que nadie aquel día (Marcos 12:43). ¿Cómo es posible, cuando "muchos ricos echaban mucho" (Marcos 12:41)? La diferencia es de proporción. Los ricos daban grandes cantidades, pero conservaban sus fortunas; la viuda "echó todo lo que tenía, todo su sustento" (Marcos 12:44). El suyo fue un verdadero sacrificio; los ricos no habían empezado a dar al nivel de su sacrificio.
En tercer lugar, Dios elogia el dar con fe. Aquí había una mujer que necesitaba recibir caridad, pero que tenía un corazón para dar. A pesar de que la cantidad era insignificante -¿qué podía comprar la moneda de una viuda?-, ella dio con fe en que Dios podría usarla. La fe de la viuda también es evidente en el hecho de que dio lo último de su dinero. Como la viuda de Sarepta, que dio su última comida a Elías (ver 1 Reyes 17:7-16), la viuda del templo dio su último medio de subsistencia. ¿Significa eso que la viuda salió del templo completamente desamparada, se fue a su casa y murió de hambre? No. La Biblia enseña que Dios provee para nuestras necesidades (Mateo 6:25-34). No conocemos los detalles del futuro de esta viuda en particular, pero podemos estar seguros de que ella recibió lo que necesitaba. Así como Dios proveyó para la viuda y su hijo en los días de Elías (1 Reyes 17:15-16), Dios también proveyó para la viuda en los días de Jesús.
Es interesante que, justo antes de que Jesús hablara de la moneda de la viuda, hablara de los escribas "que devoran las casas de las viudas" (Marcos 12:40). Los funcionarios religiosos de la época, en lugar de ayudar a las viudas necesitadas, se contentaban perfectamente con robarles su sustento y su herencia. El sistema era corrupto, y la oscuridad de la codicia de los escribas hace que el sacrificio de la viuda brille aún más. "Dios ama al dador alegre" (2 Corintios 9:7), y Él es fiel para cuidar de los suyos.