Pregunta: ¿Qué significa que los ojos del Señor están sobre los que le temen (Salmo 33:18)?
Respuesta:
Nuestro Padre celestial todo lo ve, todo lo sabe y está presente en todas partes. La Biblia está llena de lenguaje figurado para expresar estos atributos de Dios en términos comprensibles para los seres humanos. Por ejemplo, en el Salmo 33:18, la frase los ojos del Señor expresa la omnisciencia, la omnipresencia y la naturaleza siempre atenta de Dios hacia Sus hijos: "Los ojos del Señor están sobre los que le temen, sobre los que esperan en Su misericordia" (NBLA). En todo momento, Dios vela por los que lo adoran, sirven y siguen fielmente.
La Biblia ofrece innumerables garantías de la protección y la preocupación del Señor por quienes le temen. El "temor" del Salmo 33:18 es reverencia y devoción. Los que temen al Señor son Sus fieles seguidores. El escritor afirma: "Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él" (2 Crónicas 16:9, NTV).
La frase "los ojos del Señor están sobre los que le temen" indica que el Señor reconoce a los suyos y les concede Su favor. El rey David escribe: "Los ojos del Señor están sobre los que hacen lo bueno; sus oídos están abiertos a sus gritos de auxilio" (Salmo 34:15, NTV). A Job, Eliú le dice: "No apartará de los justos sus ojos" (Job 36:7). El apóstol Pedro repite: "Porque los ojos del Señor están sobre los justos, Y sus oídos atentos a sus oraciones; Pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal" (1 Pedro 3:12).
Según el Salmo 33:18, los que temen y reverencian al Señor ponen su esperanza en Su amor inagotable. Dios no solo vela y protege a Sus fieles seguidores, sino que "favorece a los que le temen, a los que esperan en Su misericordia" (Salmo 147:11, NBLA). "El Señor se deleita en su pueblo; él corona al humilde con victoria", declara el salmista (Salmo 149:4, NTV). Dios se complace en nosotros. Se interesa profundamente por la vida de Sus hijos y trabaja en su favor para mantenerlos a salvo. Es un Pastor amoroso y siempre presente que nos dice: "Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti" (Salmo 32:8, NTV). Nos consuela saber que nunca tendremos que afrontar solos ni un solo momento de esta vida.
Como seguidores de Jesús, podemos poner toda nuestra esperanza y confianza en el Dios de nuestra salvación, porque Él se preocupa profundamente por nosotros. Aunque es cierto que el ojo de Dios que todo lo ve vigila toda la creación (Salmo 33:13-14), Su mirada se fija con especial interés en "los que confían en su amor inagotable" para rescatarlos "de la muerte" y mantenerlos "con vida en tiempos de hambre" (Salmo 33:18-18, NTV). En otras palabras, Dios protege a Sus fieles de todo peligro y suple todas sus necesidades (Salmo 23:1; Mateo 6:33; Filipenses 4:19). Jesús dijo: "Les doy vida eterna, y nunca perecerán. Nadie puede quitármelas, porque mi Padre me las ha dado, y él es más poderoso que todos. Nadie puede quitarlas de la mano del Padre" (Juan 10:28-29, NTV).
Nuestro Dios nunca nos fallará ni nos abandonará, y nada podrá separarnos de Su amor en Cristo Jesús (Romanos 8:35-39). Jesús nos salvará por completo y "vive para siempre, a fin de interceder con Dios" en nuestro favor (Hebreos 7:25, NTV).
No tenemos nada que temer porque Dios es nuestro ayudador (Hebreos 13:5-6; Salmo 118:6-7). "Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad" (Salmo 46:1, NTV). "Él no permitirá que tropieces; el que te cuida no se dormirá. En efecto, el que cuida a Israel nunca duerme ni se adormece. ¡El Señor mismo te cuida! El Señor está a tu lado como tu sombra protectora. El sol no te hará daño durante el día, ni la luna durante la noche. El Señor te libra de todo mal y cuida tu vida. El Señor te protege al entrar y al salir, ahora y para siempre" (Salmo 121:3-8, NTV).
El hecho de que los ojos del Señor están sobre los que le temen significa que nuestras vidas como creyentes están firmemente seguras. Los que "viven al amparo del Altísimo encontrarán descanso a la sombra del Todopoderoso" (Salmo 91:1, NTV). Bajo la atenta mirada de Su presencia, estamos cubiertos por Sus plumas, cobijados por Sus alas, protegidos por Sus promesas, custodiados por Sus ángeles y salvos para toda la eternidad por Su gracia (versículos 4-16).