Respuesta:
Una orden religiosa es un grupo de hombres o mujeres que han elegido vivir dentro de los límites de ciertos votos religiosos establecidos por el líder de esa religión. Por ejemplo, los monjes y monjas budistas han elegido aislarse en comunidades de ideas afines con el propósito de dedicarse a las enseñanzas de Buda. Dentro del cristianismo, las órdenes religiosas se encuentran principalmente en la Iglesia Católica Romana, pero también pueden ser parte de la Iglesia Episcopal, Ortodoxa del Este y otras ramas litúrgicas.
En el catolicismo, hay tres tipos principales de órdenes religiosas: monásticas (monjes, monjas y ermitaños), mendicantes (frailes) y lo que se llaman canónigos regulares (sacerdotes que viven en una comunidad y siguen una orden, generalmente agustiniana, pero activos en una parroquia particular). Otro tipo de orden religiosa, clérigos regulares, es similar a los canónigos regulares, pero exige menos al practicante. Los tres votos más comunes tomados por aquellos en órdenes religiosas son el voto de pobreza (renuncia a todas las posesiones personales), el voto de obediencia (rendición de toda autoridad) y el voto de castidad (abandono de todas las relaciones sexuales). Las órdenes religiosas dentro de la Iglesia Católica incluyen a los Benedictinos, los Dominicos, los Franciscanos, los Jesuitas, los Trapenses y unos 35 otros grupos.
Cuando las personas "toman el voto", están comprometiendo el resto de sus vidas o un número específico de años a la orden religiosa. La mayoría de las órdenes religiosas se adhieren a horarios diarios estrictos que giran en torno a meditaciones personales, oraciones, servicios corporativos y, a menudo, trabajos humanitarios. Se esfuerzan por una existencia minimalista con el fin de dedicar el cuerpo, el alma y el espíritu a los ideales religiosos que han escogido.
El propósito detrás de muchas órdenes religiosas es admirable, y las motivaciones de muchos que se unen a ellas pueden ser puras. Sin embargo, la Escritura no apoya la idea de encerrarnos en comunidades de ideas afines y no participar en el mundo real donde podemos ser "sal y luz" para los incrédulos (Mateo 5:13-15). Aquellos en órdenes religiosas a menudo no tienen trabajos a tiempo completo, interactúan a diario con aquellos fuera de la orden, ni enfrentan las luchas diarias de la vida que la persona promedio enfrenta. No se casan, manejan un hogar, equilibran una chequera, ni lidian con el tipo de estrés y ansiedad que les dan comprensión e insight sobre otras personas. La Biblia en realidad nos advierte sobre aquellos que prohibirían el matrimonio y restringirían qué tipos de comida podemos comer (1 Timoteo 4:2-4).
Segunda a los Corintios 1:3-4 explica que podemos ayudar y consolar mejor a otros cuando hemos pasado por las mismas cosas que ellos. Aquellos que pasan sus vidas en órdenes religiosas no están experimentando el mismo tipo de vida que aquellos fuera de las paredes del monasterio están experimentando. Dado que Jesús es nuestro modelo, debemos buscar estar involucrados en la cultura donde hemos sido colocados, tal como Él lo fue (Hebreos 4:15; Juan 2:1). Hubiera sido comprensible si Jesús se hubiera aislado dentro del templo durante Sus años en la tierra para poder dedicarse plenamente a las cosas de Dios. Pero no lo hizo. Hizo lo contrario. Se levantaba temprano por la mañana para buscar un lugar solitario para rezar (Marcos 1:35). Luego pasaba el resto del tiempo viviendo entre la gente a la que había venido a servir. Compartía nuestros dolores, nuestras tentaciones y nuestras vidas para poder ser nuestro Abogado compasivo (1 Timoteo 2:5). Ni Él ni los apóstoles enseñaron órdenes religiosas ni intentaron formar grupos especiales que siguieran reglas "extras" (hechas por el hombre) para agradar a Dios.
