Pregunta: ¿El paradoja de la omnipotencia es un buen argumento contra Dios?
Respuesta:
Una "paradoja de la omnipotencia" es un argumento que sostiene que la idea de un ser todopoderoso es autocontradictoria e, por lo tanto, imposible. Para hacer esta afirmación, sin embargo, una persona necesita definir la omnipotencia de formas contrarias a la Escritura. Estas paradojas pueden probar que algunas concepciones de Dios son irracionales; sin embargo, no prueban que el Dios descrito en la Biblia es imposible. El ejemplo más famoso de una "paradoja de la omnipotencia" es este:
¿Puede Dios crear una piedra tan pesada que él mismo no pueda levantarla? Si no puede, entonces no es omnipotente. Si puede crearla, entonces sigue sin ser omnipotente, porque no puede levantarla.
Usando este razonamiento, algunos concluyen que Dios no puede ser omnipotente, mientras que otros argumentan que la omnipotencia en sí misma no puede existir.
Existen varias formas de la paradoja de la omnipotencia. Esta forma de ataque a la naturaleza de Dios ha estado presente durante siglos; Tomás de Aquino argumentó el contra argumento en el siglo XIII. Alguna versión de esta paradoja se puede encontrar en los registros históricos al menos hasta el siglo VI d.C. Cada vez que se contrarresta una variante, se hacen intentos para fortalecer el argumento. Sin embargo, ninguno ha sido capaz de tomar fuerza, incluso en algunos de los círculos filosóficos más prestigiosos. Eventualmente, todos estos argumentos se desmoronan bajo el escrutinio.
El problema con el argumento de la omnipotencia es que revela un error en la formación de una declaración lógica. No se produce nada significativo. En pocas palabras, crear una paradoja de omnipotencia significa escribir tonterías. Se pregunta si una fuerza puede superarse a sí misma; para validar la crítica, tendríamos que asumir que las fuerzas iguales no son iguales. Si Dios puede crear algo, puede controlarlo. Eso no es una "limitación" de poder; es una expresión de poder. Decir "Dios no puede ser más poderoso que Dios, por lo que no es poderoso" es absurdo.
Además, estas paradojas se basan en una comprensión limitada de cosas como el peso, la gravedad, e incluso los objetos. Todos estos estarían bajo el control de cualquier ser omnipotente. Si un ser es verdaderamente omnipotente, podría modificar la fuerza de gravedad, el tiempo, y la distancia. No existe el concepto de "demasiado pesado" desde la perspectiva de Dios. Los filósofos han tratado de ajustar la definición de omnipotencia a lo largo de la historia para abordar este fallo en la lógica. Los desarrolladores de estas paradojas luchan para comprender verdaderamente un ser absolutamente omnipotente, y como resultado tergiversan lo que es omnipotencia.
La pregunta que se debe hacer no es "¿Puede él?" sino "¿Lo haría él?" ¿Crearía Dios una situación en la que tuviera que cambiar los principios científicos fundamentales tal como nosotros, su creación, los conocemos y entendemos? ¿Cambiaría la fuerza de la gravedad o la relación entre la energía potencial y cinética? Los científicos e ingenieros están prácticamente unánimes en que el equilibrio de este tipo de relaciones físicas está finamente sintonizado de tal manera que permite nuestra existencia en este universo. En otras palabras, este universo fue creado de tal manera que permitiera la vida tal como la conocemos. Dios quería esto por una razón. Las cosas existen como lo hacen porque Dios lo quiere. Las leyes y reglas de la física, las matemáticas, la lógica, etc., fueron diseñadas para que nosotros existiéramos y Él se nos revelara a través de ellas. "Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa" (Romanos 1:20).
Otro intento común de una paradoja de omnipotencia es preguntar si Dios puede hacer un "círculo cuadrado". Ahí, de nuevo, el problema no es el poder, sino la lógica. Cuadrado y círculo tienen diferentes definiciones. Un "círculo cuadrado" no es imposible; es absurdo. En el sentido más técnico, no necesitamos responder esa pregunta en absoluto, ya que no tiene sentido.
C. S. Lewis escribió: “No es más posible para Dios que para la más débil de sus criaturas llevar a cabo dos alternativas mutuamente excluyentes; no porque su poder encuentre un obstáculo, sino porque la tontería sigue siendo tontería aún cuando hablemos de Dios" (El Problema del Dolor, Zondervan, 2001, p. 18). Las paradojas de la omnipotencia que no abordan el verdadero poder creador y la voluntad deliberada de Dios son solo dos alternativas mutuamente excluyentes unidas para formar absurdo. La omnipotencia de Dios no se refuta a sí misma.