Pregunta: "¿Quiénes fueron los patriarcas bíblicos?"
Respuesta:
Los patriarcas bíblicos son el linaje de hombres que Dios utilizó para formar la nación de Israel. Probablemente el patriarca bíblico más conocido sea Abraham, pues de él descienden todos los israelitas. Dios hizo un pacto con él, prometiendo que Abraham sería "padre de muchedumbre de gentes" (Génesis 17:4). De hecho, Dios cambió el nombre de Abram por Abraham, que significa "padre de multitudes".
Abraham: Dios se acercó a Abraham (en ese momento "Abram") y le prometió que haría de sus descendientes una gran nación (Génesis 12:2) en la tierra de Canaán. Obedeciendo las instrucciones de Dios, Abram llevó a su gran familia a Canaán, y allí vivieron como nómadas. A pesar de la promesa de Dios, Sarai, la esposa de Abram, seguía sin tener hijos. Ante la desesperación, le entregó a Abram a su sierva, Agar, como concubina. Agar dio a luz a Ismael, considerado el antepasado de los árabes. Aunque Sara tenía dudas, más adelante dio a luz a Isaac (Génesis 21:2). En sus celos por la herencia de su hijo, Sara obligó a Agar e Ismael a irse al desierto. Tras la muerte de Sara, Abraham se casó con Cetura y tuvo seis hijos más, si bien la línea del patriarcado bíblico pasó por Isaac.
Isaac: Isaac fue un hombre de gran fe, que confió en su padre cuando Dios le dijo a Abraham que lo sacrificara (Génesis 22) y confió en el siervo de su padre para que escogiera a Rebeca como su esposa (Génesis 24). Sin embargo, después de que su esposa quedara embarazada de gemelos y de que le dijeran que el mayor (Esaú) serviría al menor (Jacob), Isaac se rebeló y de todas formas trató de favorecer al mayor (Génesis 25; 27). Sin embargo, el plan de Dios era que Jacob fuera el siguiente en la línea de patriarcas, y eso fue exactamente lo que sucedió.
Jacob: Cuando Rebeca supo que estaba embarazada de gemelos, Dios le dijo que el mayor serviría al menor (Génesis 25:23). Jacob era apenas más joven, porque salió sosteniendo el talón de su hermano Esaú. Esaú se casó, provocando el dolor de Isaac y Rebeca (Génesis 26:35) y se convirtió en el padre de los edomitas (Génesis 36:9), los cuales causaron problemas al pueblo de Israel. Se supone que Jacob conocía la profecía dada a Rebeca, pero no creyó que Dios la iba a cumplir en el momento indicado. Tras la insistencia de Rebeca, Jacob (cuyo nombre significa "suplantador") engañó a Isaac para que le diera la bendición del primogénito (Génesis 27) e inmediatamente huyó con el hermano de Rebeca, Labán. Cuando Jacob se enamoró de la hija menor de Labán, Raquel, Labán se mostró a favor de su sobrino y lo hizo trabajar durante siete años, para que después se case con su hija mayor, Lea. Al final de la semana de bodas de Lea, Labán le dio a Jacob a Raquel, pero le tocó trabajar otros siete años. Como Jacob amaba más a Raquel que a Lea, Dios la consoló permitiéndole concebir y tener hijos.
Raquel le entregó a Jacob su sierva, resultando en más hijos. Lea le respondió con su sierva, y finalmente Raquel quedó embarazada, y Jacob terminó con doce hijos y una hija. Antes de reconciliarse con Esaú, Jacob luchó con el Cristo preencarnado, que le cambió el nombre a Israel ("el que lucha con Dios"; Génesis 32:24-28). La nación tomó el nombre, Israel, del hombre que fue el padre del pueblo.
Los hijos de Jacob: Cada uno de los hijos de Jacob se convirtió en el patriarca de una tribu de Israel. En su lecho de muerte, Jacob bendijo a cada uno de sus hijos (Génesis 49), reflejando su propia herencia al colocar al hijo menor de José, Efraín, por encima del mayor, Manasés (Génesis 48:14). Los hijos de Jacob y los jefes de las tribus de Israel fueron Rubén, Simeón, Leví, Judá, Zabulón, Isacar, Dan, Gad, Aser, Neftalí, Benjamín y los hijos de José, Efraín y Manasés.