Pregunta: ¿Qué significa "todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por su divino poder" (2 Pedro 1:3)?
Respuesta:
El apóstol Pedro les recuerda a los creyentes en Jesús que deben ser diligentes, diciendo: "añadid a vuestra fe virtud; a la virtud, conocimiento; al conocimiento, dominio propio; al dominio propio, paciencia; a la paciencia, piedad; a la piedad, afecto fraternal; y al afecto fraternal, amor" (2 Pedro 1:5-7). Explica que Dios, por Su poder divino, "nos ha concedido todo cuanto concierne a la vida y a la piedad" (2 Pedro 1:3, NBLA). Dios lo ha hecho mediante el verdadero conocimiento de Aquel "que nos llamó por Su gloria y excelencia" (2 Pedro 1:3, NBLA).
Pedro quiere que sus lectores abunden en gracia y misericordia mediante el conocimiento de Cristo (2 Pedro 1:2). En este importantísimo primer capítulo, Pedro subraya la importancia de conocer realmente a Dios Padre y a Jesús, a quien se refiere como "Dios y...nuestro Señor Jesús" (2 Pedro 1:2). El conocimiento de Dios es posible porque Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad a través de las Escrituras, las "grandísimas y preciosas promesas" de Dios (2 Pedro 1:4).
Pedro explica un poco más adelante que él y los demás discípulos no seguían cuentos ideados ingeniosamente, cuando hablaban de la gloria de Jesús. De hecho, habían visto Su gloria de primera mano (2 Pedro 1:16). Oyeron el respaldo audible de Dios Padre a Jesús en aquel monte (2 Pedro 1:17-18). Pero, sorprendentemente, Pedro explica que la palabra profética -la Palabra de Dios revelada por escrito- es aún más fiable que su propia experiencia. Los creyentes: "Tenemos también la palabra profética más segura" (2 Pedro 1:19). Pedro insta a sus lectores a "estar atentos" a eso (versículo 19). Les advierte contra el mal uso de esos escritos proféticos, instruyéndoles que la revelación de Dios (a través de la profecía) no es para que la gente la interprete a su antojo (2 Pedro 1:20). Más bien, los que quieren ser estudiantes de la revelación escrita de Dios entienden que la verdadera profecía no se derivó de la voluntad humana. La revelación de Dios se comunicó cuando el Espíritu Santo movió a hombres escogidos que entonces hablaron de parte de Dios (2 Pedro 1:21).
Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3) al revelarse a través de este proceso profético. Como Dios decidió revelarse de ese modo, Pedro advierte a sus lectores contra los falsos profetas que enseñan falsedades (2 Pedro 2:1-3). Deben recordar lo que dijeron los profetas y las palabras de Jesús que relataron los apóstoles (2 Pedro 3:2). Dios se había revelado en las Escrituras hebreas, utilizando a personas elegidas como profetas. Después, Dios decidió hablar a través de Su Hijo, Jesús (Hebreos 1:1-2). Jesús anunció la venida del Espíritu Santo, que guiaría a los discípulos para que recordaran todo lo que Jesús les había enseñado (Juan 14:26). Fueron ellos a quienes movió el Espíritu Santo y quienes hablaron de parte de Dios (2 Pedro 1:21). Fue por medio de ellos que Dios nos ha dado todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad (2 Pedro 1:3).
Pablo también enseñó que Dios había inspirado las Escrituras y que eran útiles para proporcionarnos lo que necesitamos para estar plenamente equipados (2 Timoteo 3:16-17). En muchas ocasiones, Jesús recordó a Sus oyentes que "escrito está" (por ejemplo, Mateo 4:4-10; 11:10; 21:13; 26:24, 31; etc.). Jesús remitió a la gente al texto de las Escrituras y encargó a Sus discípulos que registraran lo que Él había dicho. Luego encargó a Pablo que diera testimonio (Hechos 9:15). Pedro categorizó los escritos de Pablo como "Escritura" que era el resultado de la sabiduría que Dios le dio (2 Pedro 3:15-16).
Dios desea nuestra santificación, y se encarga de que podamos vivir una vida piadosa. Ya nos ha dado todo lo que necesitamos: todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad nos han sido dadas por Su divino poder (2 Pedro 1:3).