Respuesta:
Es un dicho común en Navidad que Jesucristo "nació en un pesebre". Claro que no era posible que realmente naciera en el pesebre, pero fue allí donde María lo acostó después de Su nacimiento (Lucas 2:7). Aunque no estamos seguros de la ubicación exacta del lugar donde nació Jesús, sabemos que estaba cerca de Belén y que había un pesebre, o comedero, allí.
Dios prometió el nacimiento virginal del Salvador justo después del primer pecado de la humanidad en el Jardín del Edén (Génesis 3:15). Cientos de años después, el profeta Miqueas predijo el nacimiento de Cristo en la pequeña ciudad de Belén: "Pero tú, Belén Efrata, pequeña para estar entre las familias de Judá, de ti me saldrá el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad" (Miqueas 5:2). Esta profecía se cumplió cuando María y José, los padres terrenales de Jesús, tuvieron que ir a Belén para hacer un censo de todo el territorio romano (Lucas 2:1-5). Mientras estaban en Belén, llegó el momento del nacimiento de Jesús (Lucas 2:6).
Por culpa de la multitud que llegó a Belén, no había espacio en la posada para María y José (Lucas 2:7). Si bien la tradición dice que la posada era un tipo de hotel, eso no lo sabemos con certeza. En realidad, la palabra griega traducida como "posada" (kataluma) puede traducirse como "habitación de huéspedes". Ese hecho ha hecho que algunos crean que Jesús podría no haber nacido en un pesebre o establo, sino en una casa con una planta baja que servía para albergar por la noche a los animales de las familias. Si ese fuera el caso, no sería sorprendente encontrar un pesebre ubicado en esa zona de la casa. Cuando Lucas dice que no había espacio en el kataluma, podría referirse a que no había espacio en el nivel superior, que estaba lleno de gente durmiendo.
De todas formas, Jesús nació por la noche, en algún tipo de alojamiento para animales. Después de dar a luz a Jesús, María, Su madre, lo envolvió en paños y lo puso en un pesebre (Lucas 2:7). Más tarde, esa misma noche, los pastores de los alrededores lo encontraron tal y como les habían dicho los ángeles (Lucas 2:10-12).
Entonces, ¿por qué el Salvador y Rey nació en un lugar donde se guardaban animales? ¿Y por qué fue colocado en un pesebre de animales? Sin duda, el Hijo de Dios merecía un nacimiento digno en un lugar elegante. Pero, en cambio, el mismísimo Hijo de Dios vino a la tierra en la más humilde de las condiciones. Este humilde nacimiento contiene un sorprendente mensaje para la creación: el gran Dios se dignó a venir a nosotros. En vez de venir a la tierra como un gobernante privilegiado y mimado, Jesús nació en humildad, como uno de nosotros. Él está disponible, se puede acceder a él, y no hay puertas de palacio que impidan el acceso a él; no existe un grupo de guardias que nos impida acercarnos a él. El Rey de reyes vino humildemente, y Su primera cuna fue un pesebre.