Pregunta: "¿Cómo interpreta el creacionismo de la tierra joven la evidencia de millones de años en el registro fósil?"
Respuesta:
El "registro fósil" es como llaman los paleontólogos al número total de fósiles que se han descubierto, así como a la información que se deriva de ellos. Con frecuencia se comete un error un tanto injusto e insostenible al relacionar el registro fósil con temas como la edad de la tierra o la evolución. La mayoría de los paleontólogos defienden una versión atea de la teoría de la evolución. Así pues, interpretan el registro fósil desde esa perspectiva, examinan la interpretación y observan que confirma la teoría. Esto es más que un poco circular. Ese mismo enfoque también se utiliza para insinuar que cualquier cosa que demuestre una tierra más antigua también demuestra la evolución, lo cual no es el caso. Ambos temas son distintos, tanto desde el punto de vista científico como bíblico.
La pregunta es, entonces, ¿cómo interpretan los creacionistas el registro fósil? Es imposible que la Biblia contradiga la ciencia verdadera, ya que Dios es el autor de toda verdad y conocimiento. Es posible que las Escrituras se interpreten mal, pero nunca estarán equivocadas. Cuando la ciencia falible no encaja con la teología falible, no podemos culpar a la Biblia. Los supuestos científicos pueden estar equivocados, o las interpretaciones bíblicas pueden estar equivocadas, o ambas cosas, pero las Escrituras nunca lo están. Otra tendencia poco acertada del ateísmo moderno es comparar la ciencia con una única interpretación de la Biblia y declarar que la ciencia ha "demostrado" que la Biblia es incorrecta. Esto, por supuesto, es ilógico. En el mejor de los casos, lo único que se puede refutar es esa interpretación concreta de las Escrituras.
La Palabra escrita de Dios es la autoridad final en todos los asuntos que trata. Sin embargo, la Biblia no siempre es específica en todos los temas. La edad exacta de la tierra y los detalles minuciosos de la creación divina son algunos de los temas que las Escrituras no especifican.
Habiendo dicho todo esto, los defensores del Creacionismo de la Tierra Joven (YEC - por sus siglas en inglés) creen que hay razones para dudar de las opiniones predominantes sobre el registro fósil. Los campos de la paleontología y la fosilología son muy propensos al error. En el último siglo, hemos sido testigos de innumerables ejemplos de descubrimientos "revolucionarios" que al final han resultado ser erróneos.
Un ejemplo famoso es el del celacanto. Declarado extinto hace unos 70 millones de años, los científicos pensaban que este pez había sido uno de los primeros en salir del océano para convertirse en el ascendiente del hombre moderno. El entusiasmo y la sorpresa de la comunidad científica fueron enormes cuando un pescador capturó un celacanto vivo frente a la isla de Madagascar en 1938. Muchos evolucionistas creían que la razón por la que este pez desapareció del registro fósil es que había evolucionado hacia los tetrápodos terrestres.
Esto es muy importante ya que muchos fósiles se han datado en unos 70 millones de años, sobre todo porque sus restos se encontraron en la misma capa que los de un celacanto. Ahora bien, hay celacantos vivos que son exactamente iguales a esos fósiles, por lo que el uso de fósiles de celacanto para datar otros fósiles no es del todo exacto.
Los fósiles representan la muerte, y el registro fósil es un catálogo de muerte. Teológicamente, sabemos que el pecado y la muerte surgieron como resultado de la desobediencia de Adán: "Por tanto, como el pecado entró en el mundo por un hombre, y por el pecado la muerte" (Romanos 5:12). Ahora bien, se discute si la "muerte" que se menciona en Romanos 5 incluye la muerte vegetal y animal o se limita a la muerte humana. Por el contrario, los creacionistas de la tierra joven sostienen que el extenso registro fósil es compatible con el diluvio universal, que Dios utilizó para enviar un juicio sobre la tierra. El diluvio fue una violenta convulsión geológica con un enorme poder destructivo que no sólo destruyó toda la vida terrestre y los seres vivos que respiran aire (Génesis 7:21-23), sino que también cambió el paisaje global.
Desde el punto de vista de la YEC, las líneas genealógicas que se nos dan en Génesis 5 y 11 revelan que la tierra tiene aproximadamente 6.000 años. Por consiguiente, la YEC interpreta la evidencia en el sentido de que el vasto y abundante registro fósil que tenemos hoy en día se formó en los últimos 6.000 años. De hecho, todos los fósiles que se han encontrado deben haber comenzado el proceso de fosilización después de que el pecado de Adán introdujera la muerte y la descomposición en nuestro mundo. Muchos científicos, incluidos algunos que sostienen que la Biblia es inspirada e inerrante, no estarán de acuerdo con esto. La diferencia clave radica en las diferentes suposiciones que se hacen a lo largo del proceso de interpretación.
