Pregunta: ¿Qué es la religión pura y sin mácula (Santiago 1:27)?
Respuesta:
En Santiago 1:27, el apóstol Santiago nos da una idea de lo que agrada a Dios: "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo". La palabra "sin mácula" se traduce "sin mancha" en la NVI.
Al interpretar cualquier versículo de la Biblia, incluido Santiago 1:27, siempre debemos fijarnos en su contexto para hacernos una idea de lo que significa el versículo dentro de los versículos que lo rodean. En este caso, podemos fijarnos en lo que precede inmediatamente a Santiago 1:27 y hacernos una idea de lo que ocurre en este pasaje en particular. El versículo 26 dice: "Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana". Así que, en estos dos versículos finales de Santiago 1, tenemos un contraste entre lo que hace que la religión sea "vana" y lo que hace que la religión sea "aceptable" para Dios.
Aquí convendría definir la palabra religión. Por "religión", Santiago entiende la evidencia externa de la piedad interior; es decir, el culto expresado en actos rituales.
En la religión "vana", no parece importar en qué rituales o actos piadosos se involucre el adorador; todo es negado por una lengua fuera de control. Un hombre puede pasar por todos los movimientos externos del cristianismo, pero si dice mentiras o habla mal o chismosea o calumnia o profana el nombre de Dios, entonces su religión es vacía. Todos a su alrededor lo verán, pero él mismo permanece autoengañado. "Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado" (Mateo 12:37).
El contraste implícito en la religión "pura y sin mácula" que agrada a Dios es que el adorador mantiene su lengua bajo control. "¿Quién es el hombre que desea vida, que desea muchos días para ver el bien? Guarda tu lengua del mal, y tus labios de hablar engaño" (Salmo 34:12-13). Pero Santiago va más allá del mero control de la lengua y da ejemplos de los actos religiosos que Dios busca. Uno de ellos se centra en el exterior: "Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones". El otro se centra en el interior: "Guardarse sin mancha del mundo" (Santiago 1:27). La clave está en vivir santamente y servir a los demás. O, como dijo Jesús: "Ama al Señor tu Dios" y "Ama a tu prójimo como a ti mismo" (Marcos 12:30-31).
La "religión pura y sin mácula" tiene lugar cuando los creyentes se ocupan de los menos afortunados y se esfuerzan por alcanzar la pureza personal. El tipo correcto de práctica religiosa implica ayudar a los que no pueden ayudarse a sí mismos (y que no pueden devolverte el favor). Como enseñó Jesús: "Mas cuando hagas banquete, llama a los pobres, los mancos, los cojos y los ciegos; y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar, pero te será recompensado en la resurrección de los justos" (Lucas 14:13-14). La práctica religiosa correcta requiere también un compromiso personal para crecer en la virtud cristiana (ver 2 Pedro 1:5-8).
El apóstol Pablo también escribió sobre la religión pura y sin mácula, es decir, las acciones de quienes desean agradar al Señor: "Pero si alguna viuda tiene hijos, o nietos, aprendan estos primero a ser piadosos para con su propia familia, y a recompensar a sus padres; porque esto es lo bueno y agradable delante de Dios" (1 Timoteo 5:4). Cuidar de la propia familia es una práctica religiosa adecuada.
Cuidar de las viudas y los huérfanos y mantenerse "sin mancha" del mundo son solo dos ejemplos prácticos de lo que puede hacer el cristiano que desea agradar a Dios en su religión. Santiago no intenta hacer una descripción exhaustiva de lo que debe incluir la práctica religiosa. Lo más probable es que esté destacando algunos aspectos que preocupaban a los creyentes a los que escribía. Pero el resultado—una religión pura y sin mácula—es lo que los creyentes de todas las épocas deberían tener como meta.