Pregunta: ¿Qué significa que conoceréis la verdad en Juan 8:32?
Respuesta:
Jesús afirmó claramente que la marca de un verdadero discípulo de Cristo es que permanece fiel a Sus enseñanzas. Dijo a los judíos que creían en Él: "Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres" (Juan 8:31-32).
La palabra conoceréis en Juan 8:32 se traduce de un verbo griego que significa "conocer experiencialmente". Comprender algo con la mente o el intelecto, a menudo llamado "conocimiento mental", es diferente de conocer algo experimentalmente. Podemos saber que algo es malo para nosotros y aun así hacerlo. Pero cuando creemos en la palabra de Jesús y practicamos "la verdad que hay en Jesús", entonces "[nos despojamos] del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos" y somos "renovados en el espíritu de [nuestra] mente" de modo que la verdad por la que vivimos nos haga libres "en la justicia y santidad de la verdad" (Efesios 4:20-24, NBLA).
Conoceremos la verdad de un modo que nos libere de nuestro viejo modo de vida pecaminoso cuando conozcamos a Jesús experimentalmente, de palabra, obra y verdad (ver Colosenses 3:17; 1 Juan 3:18). "Nuestras acciones demostrarán que pertenecemos a la verdad" (1 Juan 3:19, NTV).
Conocer la verdad significa experimentar a Jesucristo aceptando Sus enseñanzas como verdad absoluta y viviendo después en fiel obediencia a ellas. Recibimos el mensaje del Evangelio y las enseñanzas de Cristo, y luego las acatamos. El apóstol Juan enmarcó a menudo el concepto del verdadero discipulado como conocer la verdad de Cristo de forma experimental: "Podemos estar seguros de que conocemos a Dios si obedecemos sus mandamientos" (1 Juan 2:3, NTV; ver también 1 Juan 2:29; 3:16, 24).
Conocer la verdad es un modo de vida firme como una roca. Juan 8:32 defiende el concepto bíblico de que la verdad es el único fundamento seguro para construir la propia vida (ver también el Salmo 26:3). Jesús enseñó: "Todo el que escucha mi enseñanza y la sigue es sabio, como la persona que construye su casa sobre una roca sólida. Aunque llueva a cántaros y suban las aguas de la inundación y los vientos golpeen contra esa casa, no se vendrá abajo porque está construida sobre un lecho de roca. Sin embargo, el que oye mi enseñanza y no la obedece es un necio, como la persona que construye su casa sobre la arena. Cuando vengan las lluvias y lleguen las inundaciones y los vientos golpeen contra esa casa, se derrumbará con un gran estruendo" (Mateo 7:24-27, NTV). Si plantamos los pies firmemente sobre la verdad de Cristo y seguimos el camino de Sus enseñanzas, nada nos podrá sacudir, descarrilar ni destruir.
Jesús es la personificación de la verdad (Juan 14:6). Solo Él encarna la verdad que nos hace libres (Gálatas 5:1; Romanos 6:18; Juan 8:36). Los que conocen la verdad son creyentes nacidos de nuevo que viven en comunión con Dios mediante una relación con Jesucristo: "Y sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento, para que podamos conocer al Dios verdadero. Y ahora vivimos en comunión con el Dios verdadero porque vivimos en comunión con su Hijo, Jesucristo. Él es el único Dios verdadero y él es la vida eterna" (1 Juan 5:20, NTV).
Conoceréis la verdad también expresa el compromiso moral de los verdaderos discípulos de hacer la voluntad de Dios (Juan 7:17; 14:21, 23; Santiago 1:25). Conocemos la verdad en la persona de Jesucristo, que oró al Padre para que fuéramos "santificados" por Su verdad y entregó Su propia vida como el sacrificio que hizo posible que viviéramos esa verdad (ver Juan 17:14-19). Además, Jesús le pidió al Padre que nos enviara el "Espíritu Santo, que guía a toda la verdad" (Juan 14:16-17, NTV; ver también Efesios 1:13).
Cuando Jesús dijo: "Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres", les estaba diciendo a Sus seguidores que la obediencia a Dios es la única forma de experimentar la verdadera libertad: la libertad espiritual del pecado. La libertad que ofrece Jesús es la comunión restaurada con el Padre, que es la fuente de toda vida verdadera. Y la marca de quien ha recibido esta vida es permanecer fiel a Sus enseñanzas.