Pregunta: ¿Es incorrecto que los padres seleccionen el género de sus hijos, como por ejemplo a través del Diagnóstico Genético Preimplantacional (DGP)?
Respuesta:
DGP significa "diagnóstico genético preimplantacional". Es un procedimiento en el que se recogen los óvulos de una mujer, se fertilizan en una placa (mediante fertilización in vitro) y luego se examinan en busca de defectos genéticos. Si se encuentran anomalías, los embriones se destruyen. Aunque este procedimiento puede ser utilizado para seleccionar el sexo del niño (selección de género), nunca se pensó para este propósito, y muchos médicos no lo usarán para tal fin.
El método principal de selección de género se realiza separando y clasificando los espermatozoides antes de la fertilización. Los espermatozoides se dividen en un grupo masculino, un grupo femenino y un grupo anormal. Los espermatozoides anormales se descartan, y los espermatozoides adecuados para el género deseado se utilizan para fertilizar los óvulos de una mujer in vitro.
En ambos casos, el procedimiento normal es que se fertilicen muchos óvulos, y luego solo se implantan los embriones seleccionados por la mujer. Esto significa que el resto de los embriones, aunque viables, son destruidos o entregados a la investigación embrionaria. Pasajes como Éxodo 21:22-25, Salmo 139:13-16, y Jeremías 1:5 dejan claro que Dios considera que la vida humana comienza en la concepción, y que a lo largo del proceso de desarrollo dentro del útero, un bebé tiene el mismo derecho a la defensa de su vida que un adulto.
Dejando a un lado la destrucción de embriones y el controvertido DGP, muchos creen que la selección de género tiene poca complicación moral. La clasificación de espermatozoides no ofrece una garantía del 100% de que el bebé será del género seleccionado. Debido a esto, la gente razona que si Dios quiere que ese bebé sea un niño en lugar de la niña elegida, o viceversa, entonces Él intervendrá en el proceso de fecundación. Aunque esto puede ser cierto, cuando se reduce a los hechos, la selección de género es puramente un tema de egoísmo.
Sencillamente no hay razón válida, médica o de otro tipo, para que una persona determine médicamente el género de un niño. Santiago 3:15-16 dice: "Esta sabiduría no es la que viene de lo alto, sino que es terrenal, natural, diabólica. Porque donde hay celos y ambición personal, allí hay confusión y toda cosa mala" (NBLA). A lo largo de la Biblia, se nos exhorta a encontrar la satisfacción en nuestras circunstancias y no perseguir el egoísmo. Como nuestras vidas deben ser modeladas después de la abnegación de Cristo, el egoísmo es un pecado. Por lo tanto, la Biblia no apoya la selección de género.
