Pregunta: ¿Qué significa que Jesús dijera: "¿si puedo?"(Marcos 9:23)?
Respuesta:
En Marcos 9:23, Jesús responde a un padre desesperado que busca la sanidad para su hijo, afligido por un espíritu maligno que lo deja mudo y le provoca violentos ataques. La súplica del padre: "Ten misericordia de nosotros y ayúdanos si puedes" (Marcos 9:22, NTV), recibe una pregunta retórica de Jesús: "—¿Cómo que "si puedo"?—preguntó Jesús—. Todo es posible si uno cree" (Marcos 9:23, NTV). En este artículo examinaremos el significado de la respuesta de Jesús al padre.
La respuesta de Jesús invita al padre a poner su confianza en Dios. Este principio destaca un aspecto fundamental de la relación entre la fe y el poder de Dios. El padre duda de la capacidad de Jesús para realizar la curación, sobre todo porque Sus discípulos habían fracasado en sus intentos de ayudar. Pide que Jesús haga algo si puede. Jesús capta la duda del hombre y le repite sus palabras en forma de pregunta: "¿si puedo?". De este modo, Jesús señala que la cuestión no es Su poder, sino la fe del padre. Para que el hijo se sane, el padre debe tener fe en Dios, el único que puede lograr lo aparentemente imposible: "Lo que es imposible para los hombres, es posible para Dios" (Lucas 18:27).
La Biblia subraya repetidamente que la fe es el medio que Dios utiliza para cumplir Sus propósitos divinos. En Mateo 17:20, Jesús dice: "de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; y nada os será imposible". La analogía de Jesús ilustra que incluso una pequeña cantidad de fe puede lograr grandes cosas. No se trata tanto de la cantidad de fe sino del objeto de la fe: Dios.
Marcos 9:23 es paralelo a otros ejemplos en los que Jesús enseña la importancia de la fe. En Marcos 5:34, Jesús le dice a la mujer con flujo de sangre: "Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote". Asimismo, en Marcos 10:52, Jesús le dice a Bartimeo, un ciego: "Vete, tu fe te ha salvado". En cada caso, Jesús enseña que la fe en Cristo desempeñó un papel fundamental en el milagro.
Después de que Jesús dice: "si puedo...". Dice: "Todo es posible si uno cree" (Marcos 9:23, NTV). Es importante notar que Él no está diciendo que la fe puede garantizar mágicamente resultados inmediatos según nuestros caprichos y deseos. Más bien, Jesús nos llama a confiar en el poder y el propósito de Dios. La fe, en este contexto, es una confianza profunda y permanente en la voluntad soberana de Dios, independientemente del resultado. En la fe, sometemos nuestra voluntad a la Suya.
La respuesta del padre al desafío de Jesús es instructiva para los creyentes: "¡Sí, creo, pero ayúdame a superar mi incredulidad!" (Marcos 9:24, NTV). Esta confesión honesta representa el deseo sincero del padre de superar su duda sobre la capacidad de Jesús para sanar a su hijo. Es perfectamente aceptable llevar nuestras dudas a Dios y pedir Su ayuda para fortalecer nuestra fe. Jesús responde a la fe débil e inestable del padre, expulsando al demonio y sanando a su hijo (Marcos 9:25). Esto confirma que el poder de Dios no depende de una fe perfecta, sino de la voluntad soberana de Dios. Dios sale a nuestro encuentro en nuestra debilidad; no hay otro lugar donde encontrarnos (ver 2 Corintios 12:10).
La pregunta de Jesús "¿si puedo?", en Marcos 9:23, recuerda a los creyentes la importancia de la fe en el poder de Dios. La pregunta de Jesús nos lleva a considerar que todo es posible para los que tienen fe. Al igual que el padre que suplicaba ayuda a Jesús, podemos confiar en que Dios nos ayudará a superar la duda sobre Su capacidad para lograr cosas imposibles.