Pregunta: "¿Cuál es el significado de la palabra hebrea ruach?"
Respuesta:
La palabra hebrea ruach significa "viento", "aliento" o "espíritu". La palabra griega correspondiente es pneuma. Ambas palabras se usan comúnmente en los pasajes que se refieren al Espíritu Santo. El primer uso de la palabra en la Biblia aparece en el segundo versículo: "El Espíritu de Dios [Ruach Elohim] se movía sobre las aguas" (Génesis 1:2). En Génesis 6:17 ruach se traduce como "aliento de vida". Génesis 8:1 usa ruach para describir el "viento" que Dios envió sobre la tierra para disminuir las aguas del Diluvio. En total, la palabra ruach se encuentra casi 400 veces en el Antiguo Testamento.
Con frecuencia, cuando el Antiguo Testamento habla del "Espíritu del Señor" o del "Espíritu de Dios", la palabra para "Espíritu" es Ruach. El uso de ruach como "espíritu" cuando no está ligado a Dios, generalmente se refiere al espíritu humano. Esto puede referirse al espíritu real de un humano (la parte inmaterial de los humanos parecida al alma) o al estado de ánimo, emocional o temperamento de una persona. El ruach como "aliento" o "viento" puede ser una referencia al aliento literal o al viento, o puede adquirir un significado figurativo como en la expresión "un mero aliento".
El Ruach de Dios es la fuente de la vida. El Ruach de Dios es el que da vida a toda la creación. Podríamos decir que el Ruach de Dios ha creado todas las otras ruach (no divinas) que existen. Todas las criaturas vivientes debemos el aliento de vida al Espíritu Creativo de Dios. Moisés afirma esta verdad claramente: "tú eres el Dios que da aliento [ruach] a todas las criaturas Dios" (Números 27:16 — NTV). Job también comprendió esta verdad: "que mientras haya vida en mí y aliento [ruach] divino en mi nariz" (Job 27:3). Luego, Eliú le dice a Job: "El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida" (Job 33:4).
Dios usó la frase Ruach Yahvé en Su promesa de que el Mesías tendría el poder del Espíritu Santo: "Y reposará sobre él el Espíritu del Señor; espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de Jehová" (Isaías 11:2; véase también Isaías 42:1). Esta profecía se cumplió en Jesús; en Su bautismo en el río Jordán, Juan vio "al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía sobre él" (Mateo 3:16).
