Respuesta:
¿Es realmente necesario servir a Dios? ¿Cuál es el propósito de cambiar nuestras prioridades para realizar tareas que honestamente Dios podría hacer mejor y más rápido sin nosotros? Pedro habla de la importancia de servir a Dios en 1 Pedro 4:10-11: "Cada uno según el don que ha recibido, minístrelo a los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de Dios. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da, para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo, a quien pertenecen la gloria y el imperio por los siglos de los siglos. Amén". Pedro deja claro que hemos recibido nuestros dones de Dios con dos propósitos: servir a los demás y dar gloria a Dios. Servir no es para que recibamos atención o gloria; es para que Él reciba gloria.
¿De qué manera recibe Dios la gloria cuando servimos? El poder transformador de Jesucristo se manifiesta en las vidas de aquellos que han cambiado el egoísmo por la abnegación. Pedro dice que los creyentes deben reconocer que estamos hablando y sirviendo directamente en nombre de Dios a los demás, mientras Él nos da la capacidad y la fuerza para hacerlo. Y cuando dirigimos la gloria hacia Él en lugar de aceptarla para nosotros mismos, destacamos entre la multitud de los que solo se glorifican a sí mismos. Y esa diferencia en nuestras vidas hace que las personas examinen la naturaleza transformadora de una relación con Jesucristo. Valida nuestra fe ante los demás.
Romanos 12:1-2 dice: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta". El punto de Pablo es que para aquellos que han sido salvos por la sangre de Jesús, solo tiene sentido honrarle. Entregarnos a Dios es nuestro acto espiritual de adoración (la palabra griega para "espiritual" también puede traducirse como "razonable"). Es solo razonable que sirvamos al Dios que nos ha provisto del mayor servicio de todos: la salvación del pecado y de uno mismo y la vida eterna con Él en el cielo.