Respuesta:
Josué 10: 12–14 relata uno de los milagros más asombrosos de todos los tiempos: el día en que el sol se detuvo. "Entonces Josué habló al Señor el día en que el Señor entregó a los amorreos delante de los israelitas, y dijo en presencia de Israel: "Sol, detente en Gabaón, Y tú luna, en el valle de Ajalón". Y el sol se detuvo, y la luna se paró, hasta que la nación se vengó de sus enemigos. ¿No está esto escrito en el libro de Jaser? Y el sol se detuvo en medio del cielo y no se apresuró a ponerse como por un día entero. Ni antes ni después hubo día como aquel, cuando el Señor prestó atención a la voz de un hombre, porque el Señor peleó por Israel" (Josué 10:12-14, NBLA). Dios proporcionó milagrosamente veinticuatro horas de luz para ayudar a Israel a destruir a su enemigo, los amorreos.
Se han dado una variedad de explicaciones sobre este evento. Algunos sugieren un "milagro local" en el que Dios permitió que la luz permaneciera en Gabaón, del mismo modo que los hebreos tenían luz incluso cuando los egipcios estaban a oscuras (Éxodo 10:23). Sin embargo, el texto parece indicar un cambio real de la rotación de la tierra, ya que dice que el sol no se puso.
Otros argumentan que el lenguaje del pasaje es poético y, por lo tanto, no se debe tomar literalmente. Esta opinión causa otros problemas. Primero, ¿cómo sabe el lector que este evento es figurativo y no los otros? Aplicar interpretaciones figurativas a pasajes bíblicos difíciles no responde realmente a las dificultades.
Otra perspectiva intenta explicar el evento como un eclipse que dio la apariencia de un largo día en el que el sol no se puso. Otra posibilidad es que alguna combinación de eclipse y luz refractada en la atmósfera podría haber hecho que el día pareciera más largo de lo normal. Dios programó el acontecimiento para que coincidiera milagrosamente con la oración y el momento de necesidad de Josué. La principal debilidad de este punto de vista es que un eclipse suele durar minutos y no horas.
Probablemente, la mejor explicación sea simplemente tomar el capítulo 10 de Josué al pie de la letra: Dios realizó un milagro extraordinario, haciendo que el sol retrasara su "puesta". Dios detuvo el movimiento de la tierra. Hay objeciones a esta explicación, basadas en la física del movimiento, pero el Dios que creó el mundo y estableció las leyes naturales es perfectamente capaz de compensar cualquier complicación colateral. Puede que no tengamos una explicación científica de cómo Dios realizó este milagro, pero lo hizo.
Curiosamente, los enemigos de Israel adoraban al sol y a la luna. El hecho de que se detuviera el movimiento de los cuerpos celestes y se prolongara el período de luz para ayudar a Israel afirmó claramente que el Señor Dios era el Dios verdadero. Los dioses de los amorreos no pudieron ayudar a su causa mientras el Dios de Israel movía cielo y tierra para conceder la victoria a Su pueblo.
Josué describió el milagro tal y como lo describiríamos nosotros, desde una perspectiva terrenal. Desde la perspectiva de alguien que está en la tierra, parece que el sol se mueve. Nosotros mismos hablamos comúnmente de "amanecer" y "atardecer"; es la forma en la que nos expresamos.
Aunque no entendamos del todo cómo ocurrió este "día largo", un milagro no tiene que ser científicamente probado, solo aceptado. Josué oró y Dios proveyó sobrenaturalmente la luz necesaria para que el ejército de Josué ganara su batalla.
El día alargado fue, de hecho, algo nunca antes visto, pero en la mente de Josué, el mayor milagro pudo haber sido que Dios lo escuchó y respondió a una oración tan asombrosa.