Pregunta: ¿Cómo puede existir subordinación en la Trinidad?
Respuesta:
Puede sonar raro hablar de subordinación dentro de la Trinidad. Después de todo, Jesús y el Padre son "uno" (Juan 10:30). La subordinación nos hace pensar en un rango inferior o en una posición de sumisión. Para entender cómo puede haber subordinación en la Trinidad, es importante entender que hay diferentes tipos de subordinación. La visión bíblica u ortodoxa de la naturaleza trina de Dios reconoce una subordinación económica en la Trinidad, pero niega la visión herética de una subordinación ontológica.
¿Qué significa esto? Simplemente que las tres Personas de la Divinidad son iguales en naturaleza. Dios Padre, Jesús el Hijo, y el Espíritu Santo tienen la misma naturaleza divina y atributos divinos. Contrario a la enseñanza de muchos grupos religiosos, no existe una subordinación ontológica (es decir, no hay diferencia en la naturaleza de las tres Personas de la Divinidad). Esto significa que la Trinidad no está compuesta de dioses mayores y menores; en cambio, hay un solo Dios existiendo eternamente en tres Personas coiguales.
Lo que la Biblia sí enseña es una subordinación económica (o relacional) dentro de la Trinidad. Las tres Personas de la Divinidad trina voluntariamente se someten entre sí respecto a los roles que desempeñan en la creación y la salvación. Así, el Padre envió al Hijo al mundo (1 Juan 4:10). Estos roles nunca se invierten en las Escrituras: el Hijo nunca envía al Padre. Del mismo modo, el Espíritu Santo es enviado por Jesús y "procede del Padre" para dar testimonio de Cristo (Juan 14:26; 15:26). Y Jesús se sometió perfectamente a la voluntad del Padre (Lucas 22:42; Hebreos 10:7).
La subordinación económica o relacional es simplemente un término para describir la relación que existe entre Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. Esencialmente, la subordinación económica dentro de la Trinidad se refiere a lo que Dios hace, mientras que la subordinación ontológica se refiere a quién es Dios.
Bíblicamente, las tres Personas de la Trinidad tienen la misma esencia, naturaleza y gloria, pero cada una tiene diferentes funciones o actividades cuando se trata de cómo Dios se relaciona con el mundo. Por ejemplo, nuestra salvación se basa en el poder y amor del Padre (Juan 3:16; 10:29), en la muerte y resurrección del Hijo (1 Juan 2:2; Efesios 2:6), y en la regeneración y sello del Espíritu (Efesios 4:30; Tito 3:5). Las diferentes tareas que vemos realizar al Padre, al Hijo y al Espíritu son el resultado de la relación eterna que existe entre las Personas de la Trinidad.
El tema de la subordinación dentro de la Trinidad es complejo, y la diferencia entre subordinación ontológica y económica es muy sutil. Los teólogos de la ortodoxia cristiana siguen debatiendo los límites de la subordinación y su relación con la Encarnación de Cristo. Tales discusiones son útiles cuando estudiamos las Escrituras y reflexionamos sobre la verdad de la naturaleza de Dios.
