Pregunta: ¿Qué es la doctrina de la sustitución penal?
Respuesta:
En términos lo más sencillos posibles, la doctrina bíblica de la sustitución penal sostiene que el sacrificio de Jesús en la cruz toma el lugar del castigo que deberíamos sufrir por nuestros pecados. Como resultado, la justicia de Dios queda satisfecha y aquellos que aceptan a Cristo pueden ser perdonados y reconciliados con Dios.
La palabra penal significa "relacionado con el castigo por ofensas", y sustitución significa "el acto de una persona que toma el lugar de otra". Entonces, la sustitución penal es el acto de una persona que asume el castigo por las ofensas de alguien más. En la teología cristiana, Jesucristo es el Sustituto, y el castigo que Él asumió (en la cruz) fue nuestro, basado en nuestro pecado (1 Pedro 2:24).
Según la doctrina de la sustitución penal, la perfecta justicia de Dios exige alguna forma de expiación por el pecado. La humanidad está depravada hasta tal punto que estamos espiritualmente muertos e incapaces de expiar el pecado de ninguna manera (Efesios 2:1). La sustitución penal significa que la muerte de Jesús en la cruz propició, o satisfizo, la exigencia de justicia de Dios. La misericordia de Dios permite que Jesús tome el castigo que merecemos por nuestros pecados. Como resultado, el sacrificio de Jesús sirve como sustituto para cualquiera que lo acepte. En un sentido muy directo, Jesús es intercambiado por nosotros como el receptor de la penalidad del pecado.
La sustitución penal es claramente enseñada por la Biblia. De hecho, gran parte de lo que Dios hizo antes del ministerio de Jesús fue para presagiar este concepto y presentarlo como el propósito del Mesías. En Génesis 3:21, Dios usa pieles de animales para cubrir a Adán y Eva desnudos. Esta es la primera referencia a una muerte (en este caso, de un animal) siendo utilizada para cubrir (expiar) el pecado. En Éxodo 12:13, el Espíritu de Dios "pasa por alto" las casas que están cubiertas (expiadas) por la sangre del sacrificio. Dios requiere sangre para la expiación en Éxodo 29: 41-42. La descripción del Mesías en Isaías 53:4-6 dice que su sufrimiento es para sanar nuestras heridas. El hecho de que el Mesías debía ser "molido por nuestros pecados" (versículo 5) es una referencia directa a la sustitución penal.
Durante y después del ministerio de Jesús, la sustitución penal se aclara aún más. Jesús afirma ser el "buen pastor" que da su vida por las ovejas en Juan 10:10. Pablo, en Romanos 3:25-26, explica que tenemos la justicia de Cristo debido al sacrificio de Cristo. En 2 Corintios 5:21, dice que Cristo sin pecado asumió nuestros pecados. Hebreos 9:26 dice que nuestros pecados fueron removidos por el sacrificio de Cristo. 1 Pedro 3:18 enseña claramente que el justo fue sustituido por el injusto.
Existen bastantes teorías distintas sobre cómo, exactamente, el sacrificio de Cristo nos libera de la pena del pecado. La sustitución penal es la visión más lógica y bíblicamente sólida.