Pregunta: ¿Qué significa que Jesús tenía temor reverente (Hebreos 5:7)?
Respuesta:
Hebreos 5:7 dice, "Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa de su temor reverente". Puede sonar extraño escuchar que el Hijo de Dios temía a Dios, pero sin duda era así.
El temor reverente y la reverencia son sinónimos, denotando un profundo respeto mezclado con asombro y admiración. El temor reverente no es el pánico que provoca el peligro, sino más bien el asombro que se experimenta al contemplar un espectáculo maravilloso o al estar en presencia del poder y la grandeza. En el libro de C. S. Lewis, "Las Crónicas de Narnia: El León, La Bruja y el Ropero", un personaje pregunta si el león Aslan es peligroso. El señor Castor responde: "¿Peligroso?... ¿Quién ha dicho algo sobre peligro? ¡Por supuesto que es peligroso! Pero es bueno. Es el Rey, les aseguro".
Mientras que el mundo moderno puede preferir un dios "seguro" y complaciente, la Escritura presenta a Dios como ""El Señor, el Señor, Dios compasivo y clemente, lento para la ira y abundante en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, el que perdona la iniquidad, la transgresión y el pecado, y que no tendrá por inocente al culpable; que castiga la iniquidad de los padres sobre los hijos y sobre los hijos de los hijos hasta la tercera y cuarta generación""(Éxodo 34:6-7). El temor reverente que tenemos de Dios proviene tanto de Su inagotable amor como de Su perfecta santidad: Dios no es seguro, pero es bueno.
En Su vida terrenal, Jesús ejemplificó al Hombre Perfecto, ofreciendo un modelo de verdadera humanidad. Una de las cosas que caracterizaron Su existencia terrenal fue una alineación inquebrantable con la voluntad del Padre, en fuerte contraste con la rebelión de Adán. Como parte de Su ejemplo, Jesús demostró temor reverente al someterse a la voluntad del Padre en todo momento. Incluso en el huerto de Getsemaní, Jesús se sometió a la voluntad del Padre en temor reverente (Mateo 26:39), ¡qué contraste con la falta de sumisión de Adán en el jardín del Edén! Jesús hace declaraciones frecuentes que demuestran un temor reverente, como: "Porque he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38).
En Su perfecta justicia, Cristo se convirtió en el sacrificio definitivo por nuestro pecado, y aquellos que confían en Cristo están revestidos de Su justicia. Sin embargo, Su temor reverente tenía un doble propósito: no solo ser nuestra justicia, sino también proporcionar un ejemplo para la vida cristiana. Pablo afirmó: "Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz" (Filipenses 2:5-8).
El libro de Proverbios declara: "El principio de la sabiduría es el temor del Señor" (Proverbios 9:10a − NBLA). Jesús, la sabiduría de Dios (1 Corintios 1:24), mostró a la perfección el temor reverente. Como seguidores de Jesús, estamos llamados a manifestar la misma reverencia hacia Dios, lo que nos llevará a una vida de sabiduría.
