Pregunta: ¿Qué significa "Abstenernos de toda especie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22)?
Respuesta:
Muchos cristianos suponen que "abstenerse de toda especie de mal" (1 Tesalonicenses 5:22) es evitar cualquier comportamiento que alguien pueda percibir como malo. No solo huimos de lo que es malo, sino también de lo que parece ser malo. Por ejemplo, a un pastor no se le debe ver frecuentando un bar porque alguien podría pensar que se está emborrachando. Sin embargo, el significado real de este versículo es objeto de cierto debate dentro del cristianismo.
Dependiendo de la versión bíblica que utilices, 1 Tesalonicenses 5:22 se refiere a "toda forma de mal" (NBLA), a "toda clase de mal" (NVI y NTV). Cada una es una buena traducción. La palabra griega traducida "apariencia", "forma" o "clase" puede significar cualquiera de estas cosas. La misma palabra se usa en 2 Corintios 5:7 y se traduce como "vista".
Obviamente, la diferencia en las traducciones puede llevar a una diferencia en la aplicación. ¿Debemos preocuparnos por la apariencia del mal o por mantenernos alejados de toda forma de mal?
Uno de los problemas de hacer hincapié en la apariencia del mal es que puede hacernos esclavos de las percepciones de los demás. Siempre habrá alguien que piense que algo que estás haciendo está mal, o que a él le parece mal. Así que, en lugar de dedicar nuestro tiempo a conocer a Dios y servirle, nos preocupamos por la posibilidad de que alguien, en algún lugar, pueda malinterpretar nuestras acciones. En la misma carta que escribió sobre evitar el mal, Pablo escribió: "sino que según fuimos aprobados por Dios para que se nos confiase el evangelio, así hablamos; no como para agradar a los hombres, sino a Dios, que prueba nuestros corazones" (1 Tesalonicenses 2:4). Nuestro objetivo es vivir rectamente ante Dios, no cumplir las normas de conducta arbitrarias de los demás.
Al mismo tiempo, se nos ordena que no permitamos que nuestra libertad cristiana se convierta en piedra de tropiezo para los demás (1 Corintios 8:9). También se nos ordena ser sal y luz en el mundo (Mateo 5:13-16). Los cristianos han sido apartados (2 Corintios 6:17).
Quizá resulte instructivo examinar el contexto más amplio de 1 Tesalonicenses 5:22. Los versículos que preceden inmediatamente a la exhortación de Pablo dicen: "Os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan; y que los tengáis en mucha estima y amor por causa de su obra. Tened paz entre vosotros. También os rogamos, hermanos, que amonestéis a los ociosos, que alentéis a los de poco ánimo, que sostengáis a los débiles, que seáis pacientes para con todos. Mirad que ninguno pague a otro mal por mal; antes seguid siempre lo bueno unos para con otros, y para con todos. Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu. No menospreciéis las profecías. Examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tesalonicenses 5:12-21). Este es un rápido resumen de cómo deberían vivir los tesalonicenses, "como es digno de Dios" (1 Tesalonicenses 2:12).
Entonces, ¿cuál es nuestra conclusión? Evitar la apariencia del mal, o toda forma de mal, significa mantenerse lejos del mal. No tenemos que volvernos legalistas respecto a lo que otros puedan percibir como malo. Pero sí debemos ser conscientes de nuestro testimonio ante el mundo y de nuestro deber de apoyar a los creyentes. También debemos ser conscientes de nuestras propias tendencias al pecado. En lugar de coquetear con lo que podría llevarnos al pecado, evitamos el mal por completo. Es importante no juzgar a los demás sin juzgar primero nuestros propios corazones y motivos (Mateo 7:1-5).
Evitar la apariencia del mal, o abstenerse de toda forma de maldad, significa vivir en la luz de Dios por el poder del Espíritu Santo. "Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino más bien reprendedlas" (Efesios 5:11). No nos preocupamos por las percepciones de los demás, sino por la integridad de nuestro propio caminar con Cristo. Cuando evitamos todo tipo de mal, no hacemos provisión "para los deseos de la carne" (Romanos 13:14).