Pregunta: ¿Qué significa que ya todo estaba consumado (Juan 19:28)?
Respuesta:
Juan 19:28 dice: "Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed". La palabra griega traducida como "consumado" significa "terminado". La idea es que Jesús cumplió, terminó y completó Su misión terrenal: "el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos" (Mateo 20:28). Para apreciar la profundidad de Su sacrificio, debemos revisar el contexto de Juan 19:28-30.
Volviendo a Juan 19:28, leemos: "Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se cumpliese: Tengo sed". Aquí, la palabra saber indica conocimiento de (y sumisión a) la voluntad del Padre: "he descendido del cielo, no para hacer mi voluntad, sino la voluntad del que me envió" (Juan 6:38). En la cruz, Jesús sabía que Su muerte inminente significaba la culminación del plan redentor del Padre. Esto no significa que ahora no haya nada más que cumplir, sino que todo hasta ese momento estaba diseñado para cumplir tanto la voluntad del Padre como las profecías del Antiguo Testamento sobre el Mesías Sufriente (ver Isaías 53).
El sufrimiento inhumano e inimaginable que Jesús padeció por nuestros pecados hizo que se deshidratara. Por esta razón, Jesús dijo: "Tengo sed" (Juan 19:28). Aquí, Juan les explica a sus lectores que la sed de Jesús era para que se cumplieran las Escrituras. Esto no indica que Jesús solo dijo que tenía sed porque quería que se cumplieran las Escrituras. Al contrario, significa que Jesús comprendió la relevancia de las profecías mesiánicas para Él mismo (cf. Juan 5:39). Por ejemplo, en el Salmo 22:15, el salmista dice: "Como un tiesto se secó mi vigor, y mi lengua se pegó a mi paladar, y me has puesto en el polvo de la muerte". Y en el Salmo 69:21, el salmista dice: "Me pusieron además hiel por comida, y en mi sed me dieron a beber vinagre". La mención del "vinagre" tanto en el Salmo 69:21 como en Juan 19:30 indica una fuerte conexión entre ambos pasajes.
Juan 19:29-30 continúa este tema del cumplimiento: "Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un hisopo, se la acercaron a la boca. Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu". En Éxodo 12:22, el hisopo se rociaba sobre los postes de las puertas durante la Pascua. Así pues, parece que Juan quiere que sus lectores vean una conexión entre la primera Pascua y "el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo" (Juan 1:29). El precio y la pena por nuestros pecados han sido pagados en su totalidad. Esto es principalmente lo que Jesús quiere decir cuando afirma: "Consumado es".
En el Evangelio de Juan, especialmente en Juan 19:28-30, Jesús es presentado sistemáticamente no como una víctima indefensa, sino como el ejemplo de obediencia consciente al Padre. Jesús había explicado antes que "me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar. Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre" (Juan 10:17-18; ver también Juan 14:31).