GotQuestions.org/Espanol




Pregunta: ¿Qué significa que toda la creación gime (Romanos 8:22)?

Respuesta:
Si alguna vez has anhelado ser liberado de tu cuerpo terrenal para librarte del pecado y del sufrimiento físico asociado a él, entonces sabes algo de lo que Pablo quiso decir cuando afirmó: "Toda la creación gime" en Romanos 8:22.

Para comprender mejor el significado de toda la creación gime, ayuda considerar el contexto. En Romanos 8, el apóstol Pablo está enseñando a los creyentes que su nueva vida en Jesucristo está sólidamente fundada en las promesas y los planes de Dios para Sus hijos. La primera promesa que Pablo toca es la de la gloria futura: "Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse" (Romanos 8:18).

Puede que ahora suframos a lo largo de nuestro viaje aquí en la tierra, pero Pablo nos recuerda que este mundo no es nuestro hogar (1 Pedro 2:11; Hebreos 11:13). Nos espera un glorioso reino futuro en el que la muerte será derrotada y las lágrimas de tristeza, dolor y aflicción serán secadas (Apocalipsis 21:4). Cuando nos aferramos firmemente a esta promesa de Dios, podemos empezar a considerar nuestros problemas actuales como ligeros y momentáneos en comparación con el mucho mayor eterno peso de la gloria (2 Corintios 4:17).

En Romanos 8:19, Pablo dice que toda la creación espera ansiosamente ese futuro día glorioso en el que los hijos de Dios lleguen a ser lo que siempre debieron ser. La Nueva Traducción Viviente traduce el versículo 19 de esta manera: "Pues toda la creación espera con anhelo el día futuro en que Dios revelará quiénes son verdaderamente sus hijos".

A causa de la caída del hombre, cada parte de la creación de Dios fue sometida a una maldición (Romanos 8:20). Bajo esa maldición, toda la creación gime: la tierra fue maldecida por causa de Adán, empezaron a crecer espinas y cardos y malas hierbas dañinas, todas las hijas de Eva han tenido dolores de parto y la muerte entró al mundo (Génesis 3:14-19).

En Romanos 8:21, Pablo explica que el universo entero, sometido a la maldición, anhela ansiosamente el día en que se unirá a los hijos de Dios en una gloriosa liberación de la muerte y la decadencia. Pablo está hablando de los cielos nuevos y la tierra nueva, cuando "no habrá más maldición" (Apocalipsis 22:3). La maldición del pecado será levantada y toda la creación será restaurada al reflejo de la gloria de Dios semejante al Edén (Isaías 65:17; 66:22; 2 Pedro 3:13). "Ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron" (Apocalipsis 21:4).

Ahora mismo, la creación entera refleja la maldición del pecado. Toda la creación "gime"; es decir, todas las cosas creadas sufren una miseria común, encontrándose en un estado de dolor y desorden. El "gemido" es intenso, como muestra el símil de Pablo: "como si tuviera dolores de parto". Cuando por fin se elimine el pecado de los hijos de Dios, toda la naturaleza brotará en gloria. La obra completa de la redención incluye la anulación de la maldición.

Como parte de la creación, "los creyentes también gemimos—aunque tenemos al Espíritu Santo en nosotros como una muestra anticipada de la gloria futura—porque anhelamos que nuestro cuerpo sea liberado del pecado y el sufrimiento. Nosotros también deseamos con una esperanza ferviente que llegue el día en que Dios nos dé todos nuestros derechos como sus hijos adoptivos, incluido el nuevo cuerpo que nos prometió" (Romanos 8:23, NTV).

Dios promete un futuro magnífico para el creyente, completo con un cuerpo nuevo y glorificado. En la actualidad, solo tenemos un anticipo de nuestro glorioso futuro, a través de la presencia del Espíritu Santo que está dentro de nosotros. Él es la señal, o depósito, que garantiza nuestra plena adopción como hijos de Dios y la liberación de nuestros cuerpos del pecado y el sufrimiento (2 Corintios 1:22; 5:5; Efesios 1:13-14; 4:30).

Mientras tanto, toda la creación gime: los creyentes, junto con el resto del universo caído, se afligen como una mujer en el parto, anhelando ser revestidos de sus cuerpos celestiales (2 Corintios 5:2). Significativamente, el dolor del parto no se soporta sin la esperanza de una nueva vida. Pablo, sabiendo que la esperanza transforma el sufrimiento, ofreció a los creyentes esta metáfora inspiradora. Al igual que una mujer sufre la agonía de los dolores del parto con la esperanza de una nueva vida, toda la creación gime mientras espera la promesa de la restauración y la redención plenas y definitivas. Puede que ahora suframos, pero nuestra recompensa celestial merece la espera.

© Copyright Got Questions Ministries