Pregunta: ¿Qué significa "nuevo hombre" en Efesios 2:15?
Respuesta:
Efesios 2:14-15 es un pasaje central para comprender el pensamiento de Pablo sobre la reconciliación de judíos y gentiles mediante la obra consumada de Cristo. El versículo dice: "Porque él es nuestra paz, que de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un solo y nuevo hombre, haciendo la paz". En este artículo examinaremos el significado de "un solo y nuevo hombre" en el contexto de Efesios.
Los primeros destinatarios de Efesios eran principalmente gentiles, lo que subraya la unidad, la paz y la reconciliación de todos los creyentes, tanto judíos como gentiles, en el cuerpo de Cristo. Así, Efesios 2:11-22 trata específicamente de la caída de "la pared intermedia de separación" (versículo 14) que separaba a judíos y gentiles, una referencia que alude a la separación de ambos grupos bajo el Antiguo Pacto.
Para comprender todo el significado de la referencia de Pablo a "un solo y nuevo hombre", es importante entender qué quiere decir que Cristo abolió "la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas" (Efesios 2:15). Esto no significa que Cristo aboliera las enseñanzas morales y éticas de la ley (cf. Mateo 5:17-20); más bien, significa que Cristo cumplió los requisitos de la ley y, por tanto, abolió las ordenanzas legales y ceremoniales divisorias que distinguían a los judíos de los gentiles. Por ejemplo, la circuncisión fue históricamente parte de lo que separaba a los judíos de los gentiles (Efesios 2:11). Pero, bajo el Nuevo Pacto, la circuncisión no significa nada; la "pared intermedia de separación" ha sido derribada, y Jesús es nuestra paz.
La expresión un nuevo hombre es rica en significado. La palabra griega para "nuevo" significa "fresco o sin usar" más que cronológicamente nuevo. Aquí, Pablo subraya el acto creativo—o recreativo—de Dios en Cristo que produce una nueva comunidad espiritual distinta de cualquier grupo anterior. Esta nueva comunidad, formada por judíos y gentiles, es un "nuevo hombre" que se define por la unión con Cristo: "Ya no hay judío ni griego; no hay esclavo ni libre; no hay varón ni mujer; porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús" (Gálatas 3:28).
Además, en Efesios 2:15, Pablo establece una analogía con el primer Adán. Así como Adán era el representante de la humanidad caída y pecadora, Cristo, el segundo Adán, es ahora la cabeza de una nueva humanidad (1 Corintios 15:45-49). Esta nueva creación no es un regreso a la inocencia del Edén, sino un avance hacia una humanidad redimida y unificada en Cristo. De nuevo, judíos y gentiles son "uno" en Cristo.
Al hacer "un solo y nuevo hombre", Cristo es nuestra paz, al haber convertido dos grupos en uno, destruyendo lo que los dividía. Esta paz no es solo el cese de la hostilidad entre judíos y gentiles, sino también la creación proactiva de la unidad. Como embajador de la paz, Cristo encarna perfectamente el título de "Príncipe de la Paz" que Isaías profetizó en Isaías 9:6. En la cruz, Jesús reconcilió a judíos y gentiles en Su cuerpo (Efesios 2:16).
En Efesios 2:15, Pablo expresa una transformación radical y nueva que se obtiene mediante la fe en la obra sacrificial de Cristo. En Cristo, hay un "nuevo hombre" o "una humanidad nueva" que supera todas las diferencias naturales, sociales y religiosas. Como parte de este nuevo hombre, los creyentes ya no se definen por las cosas que los separan unos de otros, sino por su unión con Cristo.
