Pregunta: ¿Qué quiere decir el salmista en el Salmo 27:4 cuando dice: "Una cosa he pedido al Señor"?
Respuesta:
El especial anhelo del rey David de tener una estrecha comunión con el Señor lo llevó a buscar continuamente la presencia y el favor de Dios. En el libro de los Salmos, David declaró apasionadamente: "Una cosa he pedido al Señor, y esa buscaré: Que habite yo en la casa del Señor todos los días de mi vida, para contemplar la hermosura del Señor y para meditar en Su templo" (Salmo 27:4, NBLA).
La "una cosa" que David pidió al Señor se refiere a la ambición más importante de su vida, aquello que era de suma importancia para él. La "una cosa" de David era conocer a Dios a través de una relación íntima y de por vida con Él. En el Salmo 23:6, David afirmó: "En la casa del Señor moraré por largos días" (NBLA). La "casa del Señor" se refiere al tabernáculo, la morada del Señor (Levítico 26:11). David oró para permanecer en la presencia de Dios todos los días de su vida.
David quería estar en estrecha comunión con el Señor todos los días. "Oh Señor, yo amo la habitación de Tu casa, y el lugar donde habita Tu gloria" (NBLA), oró David en el Salmo 26:8. "¡Cuán preciosas son Tus moradas, Oh Señor de los ejércitos! Anhela mi alma, y aun desea con ansias los atrios del Señor; Mi corazón y mi carne cantan con gozo al Dios vivo" (NBLA), declaró en el Salmo 84:1-2. No se trata de pensamientos pasajeros ni de intenciones vanas. Son los anhelos totalmente entregados y apasionados de un hombre conforme al corazón de Dios (Hechos 13:22; 1 Samuel 13:14). Más que cualquier otra cosa en la vida, David quería a Dios mismo.
Los creyentes descubren que su verdadero hogar está en la presencia de Dios (Salmo 42:1-4; 84:1-4). "Bienaventurado el que tú escogieres y atrajeres a ti, para que habite en tus atrios; Seremos saciados del bien de tu casa", declaró David (Salmo 65:4). Los creyentes experimentan "plenitud de gozo" en la presencia del Señor (Salmo 16:11; ver también Salmo 21:6).
Mañana tras mañana, día tras día, David deseaba experimentar la bondad de la presencia de Dios. "Contemplar la hermosura del Señor" se refiere al deseo de David de adorar a Dios simplemente por lo que Él es y no por lo que podía obtener de Él: buscaba el rostro de Dios, no Su mano. Tal encuentro abarca la verdadera naturaleza y esencia de la adoración.
La verdadera intimidad es necesaria para mirar atentamente a alguien y contemplar su belleza. Perseguir el rostro de Dios equivale a desarrollar una relación íntima con Él: "Oh Dios, tú eres mi Dios; de todo corazón te busco. Mi alma tiene sed de ti; todo mi cuerpo te anhela en esta tierra reseca y agotada donde no hay agua. Te he visto en tu santuario y he contemplado tu poder y tu gloria. Tu amor inagotable es mejor que la vida misma; ¡cuánto te alabo!" (Salmo 63:1-3, NTV). La "una cosa" que David pedía y buscaba continuamente era mirar a Dios atentamente y adorar la belleza de Su santidad (1 Crónicas 16:29; 2 Crónicas 20:21; Salmo 29:2; 96:9).
En el Salmo 27:4, la palabra para "hermosura" en el idioma original significa "gracia, favor, bondad". El mismo término se usa en el Salmo 90:17: "Y sea la gracia del Señor nuestro Dios sobre nosotros". Aquellos que desean fervientemente una comunión ininterrumpida con Dios se dedicarán diligentemente a la "única cosa" de buscar la presencia y el favor del Señor.
Cuando María de Betania se sentó a los pies de Cristo para escuchar Sus enseñanzas y pasar tiempo en Su presencia, Jesús le dijo a Marta que María había "escogido la buena parte", la "una cosa" que era "necesaria" (Lucas 10:38-42). El mayor deseo de María era conocer al Señor a través de la comunión íntima con Él. El apóstol Pablo también buscaba "una cosa" en la vida: "a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos... No que lo haya alcanzado ya... pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Filipenses 3:10-14).
¿Cuál es el mayor anhelo de tu corazón? ¿Es buscar la presencia de Dios diariamente y conocer al Señor más íntimamente en toda Su belleza y maravilla? ¿Puedes decir como el rey David: "Una cosa he pedido al Señor"?