Pregunta
¿Qué significa "el Señor es mi ayudador" (Hebreos 13:6)?
Respuesta
Citando el Salmo 118:6, el autor de Hebreos escribe: "El Señor es mi ayudador; no temeré lo que me pueda hacer el hombre" (Hebreos 13:6). Aquí se anima a los creyentes a confiar en Dios para todas sus necesidades, especialmente en tiempos de persecución. Como el Señor está de nuestro lado, no tenemos que temer a nada ni a nadie (Romanos 8:31; 1 Juan 4:4).
El libro de Hebreos se escribió para animar a los cristianos a perseverar en las pruebas y tribulaciones (Hebreos 10:32-34). Así pues, Hebreos 13:6 no es solo una declaración de fe en el poder y la provisión de Dios, sino también un recordatorio de que debemos aferrarnos a nuestra fe: "Tengan por sumo gozo, hermanos míos, cuando se hallen en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de su fe produce paciencia, y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que sean perfectos y completos, sin que nada les falte" (Santiago 1:2-4, NBLA). Al hacerlo, dice Santiago, "[recibiremos] la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman" (versículo 12).
"El Señor es mi ayudador" (Hebreos 13:6) es una declaración que representa la confianza continua en la omnipotencia de Dios. En el Salmo 46:1, el salmista escribe: "Dios es nuestro refugio y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones" (NBLA). Dios es una fuente constante de ayuda, lo que refuerza la idea de que la asistencia divina siempre está disponible. Por eso debemos buscarlo en toda situación (1 Crónicas 16:11), sabiendo que Su poder es mayor que el nuestro (Mateo 19:26).
A continuación, el autor de Hebreos escribe: "No temeré" (Hebreos 13:6). Aunque el miedo es una emoción natural, sobre todo en tiempos difíciles e inciertos, se nos desafía a elevarnos por encima de él, depositando nuestra confianza en Dios. En Filipenses 4:11-13, el apóstol Pablo escribe: "No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece". En resumen, el contentamiento es el resultado directo de confiar nuestros miedos y preocupaciones a Dios (Mateo 10:28; 1 Pedro 5:7).
"¿Que podrá hacerme el hombre?" (Hebreos 13:6, NBLA) es una pregunta retórica que pone de relieve las limitaciones del poder humano en comparación con el poder de Dios. No se trata de una muestra de arrogancia, sino de un reconocimiento de la relativa insignificancia de las amenazas humanas ante un Dios todopoderoso:
"Alcen, oh puertas, sus cabezas,
álcense, puertas eternas,
Para que entre el Rey de la gloria.
¿Quién es este Rey de la gloria?
El Señor, fuerte y poderoso;
El Señor, poderoso en batalla"
(Salmo 24:7-8, NBLA).
Puesto que Dios se ha comprometido a obrar todo para nuestro bien (Romanos 8:28), no tenemos absolutamente nada que temer.
Hebreos 13:6 refleja un tema bíblico más amplio, el de depositar la confianza en Dios y no en nuestra propia comprensión finita o en las circunstancias. En Proverbios 3:5-6, Salomón nos aconseja: "[Confiar] en el Señor con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propio entendimiento. Reconócelo en todos tus caminos, y Él enderezará tus sendas" (NBLA). Que siempre confiemos en que "el Señor es mi ayudador".
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¿Qué significa "el Señor es mi ayudador" (Hebreos 13:6)?