Pregunta
¿Qué es el Sermón de la Llanura?
Respuesta
El sermón de Jesús en Lucas 6 se llama algunas veces el Sermón de la Llanura. El contenido del Sermón de la Llanura (o el Sermón del Llano) se parece mucho al del Sermón del Monte (Mateo 5-7). De hecho, algunos estudiosos de la Biblia consideran que los relatos de Mateo y Lucas son registros diferentes del mismo acontecimiento. Pero hay diferencias, y parecen ser suficientes para considerar que el Sermón de la llanura y el Sermón del monte fueron pronunciados en momentos distintos ante públicos diferentes.
Jesús pronunció el Sermón del Monte después de subir a una montaña y sentarse (Mateo 5:1). Pronunció el Sermón de la Llanura después de bajar de una montaña y pararse en un lugar llano (Lucas 6:17). El registro de Lucas del Sermón de la llanura no contiene la extensa enseñanza de Jesús sobre la ley, e incluye varios "ayes" además de las bienaventuranzas. Además, parece que el público de Mateo procedía de lugares diferentes que el de Lucas (compara Mateo 4:25 con Lucas 6:17). Es posible que el Sermón de la llanura de Lucas sea simplemente una versión resumida del Sermón del monte de Mateo, pero parece más probable que Jesús predicara un sermón similar en dos ocasiones diferentes, haciendo algunos cambios para adaptarse mejor al público que lo escuchaba.
El Sermón de la llanura comienza con algunas bienaventuranzas (Lucas 6:20-23). Jesús pronuncia una bendición sobre los pobres ("vuestro es el reino de Dios"), los que tienen hambre ("seréis saciados"), los tristes ("reiréis") y los perseguidos ("vuestro galardón es grande en los cielos"). Inmediatamente después de las bendiciones, Jesús pronuncia una serie de ayes (versículos 24-26), hablando de la tragedia de ser rico ("ya tenéis vuestro consuelo"), de estar saciado ("tendréis hambre"), de ser despreocupado ("porque lamentaréis y lloraréis") y de ser popular (la popularidad no es un indicador de la verdad). En esta sección del sermón, Jesús invierte la forma de ver las cosas del mundo. El sistema de valores del cielo es muy diferente del sistema de valores de la tierra. No te dejes atrapar por la forma que tiene el mundo de clasificar las cosas; es muy propensa al error.
A continuación, en el Sermón de la llanura, Jesús da siete mandamientos sorprendentes (Lucas 6:27-31). Amad a vuestros enemigos, dice. Haced el bien a los que os odian. Bendecid a los que os maldicen. Orad por los que os calumnian. Pon la otra mejilla al que te golpea. Da generosamente a todo el que te lo pida. Por último, Jesús establece la Regla de Oro: "Y como queréis que hagan los hombres con vosotros, así también haced vosotros con ellos" (versículo 31).
Al continuar con el Sermón de la llanura, Jesús señala cuatro leyes que afectan a nuestra vida cotidiana: la ley de la reciprocidad (Lucas 6:37-38), la ley del liderazgo (versículos 39-40), la ley de la perspectiva (versículos 41-42) y la ley de la cosecha (versículos 43-45).
Al enseñar sobre la reciprocidad, Jesús dice que, si emites juicio, puedes esperar recibir juicio a cambio. Si condenas, recibirás condena. Pero si extiendes el perdón, serás perdonado.
Al hablar del liderazgo, Jesús enseña que es importante a quién sigues, porque irás adonde tu líder vaya y llegarás a ser como él. También importa cómo diriges. Los líderes ciegos de otros ciegos enviarán a todos a la zanja.
Volviendo a la cuestión de la perspectiva, Jesús dice que a menudo somos ciegos ante nuestros propios defectos, y debemos cuidarnos de la hipocresía cuando tratamos de ayudar a los demás. En lugar de identificar y criticar los pequeños defectos en la vida de los demás, debemos aprender a reconocer nuestras propias faltas personales.
A continuación, Jesús utiliza el principio de la cosecha para enseñar la importancia de la santidad personal ante Dios. El fruto corresponde al árbol; un buen corazón producirá buenas obras y buenas palabras.
Jesús cierra el Sermón de la llanura con una advertencia para que cumplamos nuestro compromiso. No basta con llamar a Jesús "Señor"; debemos hacer realmente lo que Él nos dice (Lucas 6:46). Los que obedecen al Señor serán inamovibles, como una casa construida sobre una roca sólida (versículos 47-48). Los que desobedezcan o ignoren los mandamientos del Señor serán como una casa sin cimientos: experimentarán un trágico derrumbe (versículo 49).
A lo largo del Sermón de la llanura, Jesús apunta a la eternidad y nos ordena que tengamos una visión de futuro, que vivamos a la luz del cielo. Y se señala a Sí mismo como la norma de justicia y el fundamento mismo de nuestras vidas.
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¿Qué es el Sermón de la Llanura?
