Pregunta
¿Es Zacarías 11:12-13 una profecía mesiánica?
Respuesta
Zacarías 11:12-13 nos ofrece un interesante relato sobre 30 monedas de plata, que nos recuerda la traición de Judas Iscariote a Jesús. El Nuevo Testamento identifica esto como una profecía mesiánica, la cual encontró su cumplimiento en Jesucristo.
Los versículos dicen: "Y les dije: «Si les parece bien, denme mi paga; y si no, déjenla». Y pesaron como mi salario treinta monedas de plata. Entonces el Señor me dijo: «Arrójalo al alfarero (ese magnífico precio con que me valoraron)». Tomé pues, las treinta monedas de plata y las arrojé al alfarero en la casa del Señor".
Anteriormente, a Zacarías se le había mandado cuidar un rebaño de ovejas destinadas al matadero (Zacarías 11:4). Él obedeció, utilizando dos cayados de pastor a los que llamó Gracia y Unión (versículo 7). Al cabo de un mes, Zacarías despidió a los tres pastores que trabajaban bajo su autoridad (versículo 8). Luego Zacarías abandonó el rebaño y rompió su cayado llamado Gracia. Los que estaban observadores se dieron cuenta de que estas acciones eran "la palabra del Señor" (versículo 11). El Señor retiraría Su favor de Su pueblo, permitiendo que fueran acosados por sus enemigos (versículo 6).
En los versículos 12-13 Zacarías le dice a sus empleadores que le paguen su salario si creen conveniente hacerlo. Le pagan 30 piezas de plata, el precio de un esclavo (Éxodo 21:32), como un insulto a Zacarías. El profeta lo llama sarcásticamente un "magnífico precio". Entonces Dios le ordena a Zacarías que entregue las monedas al alfarero en la casa (o templo) del Señor.
El pasaje que le corresponde en el Nuevo Testamento se encuentra en Mateo 27. Judas está lleno de remordimiento por haber traicionado al Señor, e intenta devolver las treinta piezas de plata a los principales sacerdotes (versículo 3). Cuando los ancianos se niegan a aceptar el dinero, Judas arroja las monedas en el templo y se va y se ahorca (versículos 4-5). No queriendo echar "precio de sangre" en el tesoro de las ofrendas, los sacerdotes lo usan para comprar el campo del alfarero (versículos 6-7). "Así se cumplió lo dicho por el profeta Jeremías, cuando dijo: Y tomaron las treinta piezas de plata, precio del apreciado, según precio puesto por los hijos de Israel; y las dieron para el campo del alfarero, como me ordenó el Señor" (versículos 9-10). Por lo tanto, Zacarías 11 es una profecía mesiánica, porque Mateo la identifica explícitamente como tal.
Una posible dificultad es el hecho de que Mateo atribuye la profecía a Jeremías, no a Zacarías. La explicación es doble. Primero, Jeremías también compró un campo por orden del Señor (Jeremías 32:6-9). Segundo, la Biblia hebrea estaba dividida en tres secciones: la Ley, los Escritos, y los Profetas. Los Profetas comenzaban con Jeremías, y era común que la gente se refiriera a toda la sección (que incluía a Zacarías) como "el libro de Jeremías".
La profecía de Zacarías tuvo un doble cumplimiento: uno en el contexto del momento del profeta, y otro en un futuro más lejano. El pueblo judío de la época de Zacarías sería juzgado, como se vio en la ruptura de Gracia, y los detalles específicos sobre las 30 piezas de plata y el campo del alfarero encontraron un cumplimiento futuro en la traición de Jesucristo por parte Judas Iscariote.
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¿Es Zacarías 11:12-13 una profecía mesiánica?