Pregunta
¿Qué significa que algunos confíen en los carros (Salmo 20:7)?
Respuesta
El Salmo 20:7 (NBLA) es un versículo muy conocido que demuestra la inquebrantable confianza del rey David en Dios: "Algunos confían en carros y otros en caballos, pero nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos". En la época de David y en épocas posteriores, los carros y los caballos eran una forma de medir la fortaleza militar. En términos más contemporáneos, el versículo podría traducirse: "Algunos confían en sus fuerzas armadas y armas nucleares, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor".
En la antigüedad, la fortaleza de un reino se medía por el número de "carros y caballos" que poseía. De ahí que fuera habitual que los reyes depositaran su confianza en sus recursos militares. Por ejemplo, el rey Salomón reforzó su fortaleza acumulando "carros y hombres de a caballo; y tenía 1,400 carros y 12,000 hombres de a caballo, y los situó en las ciudades de carros y junto al rey en Jerusalén" (1 Reyes 10:26, NBLA). El faraón de Egipto y el rey Senaquerib de Asiria son otros ejemplos bíblicos de gobernantes con grandes ejércitos. Estos dos reyes son especialmente significativos porque Dios mostró Su supremacía sobre sus poderes militares (Éxodo 14:6-14; 2 Reyes 19). Comprender el significado de "carros y caballos" añade profundidad a las palabras de David. Aunque él mismo era un valiente guerrero, David confiaba en que el Señor le daría la victoria.
Aunque las naciones modernas no dependen de carros y caballos, y las personas normales carecen de acceso a recursos militares, la implicación metafórica de este versículo sigue siendo cierta. Todavía es posible caer en la trampa de confiar únicamente en la fortaleza humana, las posesiones materiales y la inteligencia. Esto es evidente a veces en las elecciones de candidatos políticos, cuando la gente puede suponer que un determinado candidato o partido marcará el comienzo de una utopía, sin tener en cuenta a Dios (ver Proverbios 21:1; Daniel 2:21; 4:17). Los ricos pueden confiar en sus miles de millones, los intelectuales en su brillantez y los físicamente fuertes en su corpulencia. Los seres humanos se han inclinado hacia el autogobierno desde el Jardín del Edén, e incluso los cristianos no son inmunes (Génesis 3:4).
Dada nuestra tendencia a desempeñar el papel de nuestros propios dioses, el Salmo 20:7 debería ser tanto un reto como una proclamación para los creyentes. En tiempos difíciles, cuando otros podrían recurrir a sus limitados recursos humanos, tenemos un Padre celestial al que acudir en busca de ayuda (Salmo 18:2; 46:1; Hebreos 4:16). Él está dispuesto a darnos sabiduría (Santiago 1:5), a guiarnos en nuestros problemas (Isaías 41:10; Salmo 23:4) y a liberarnos de todo lo que pueda enredarnos (Salmo 34:17; Mateo 6:13; 2 Timoteo 4:18).
Podemos extender el concepto de confiar en carros y caballos al tema de la salvación. Diversas religiones y sistemas de creencias abogan por la salvación mediante las buenas obras y la obediencia a la ley religiosa. Incluso los ateos y los escépticos confían en su supuesta bondad, con la esperanza de que, si Dios existe, sus buenas acciones basten para conseguir la salvación. Sin embargo, el cristianismo es único, ya que el evangelio nos invita a confiar en la persona y la obra de Cristo. Como prometió el propio Jesús: "Vengan a Mí, todos los que están cansados y cargados, y Yo los haré descansar" (Mateo 11:28, NBLA).
Que, en todos los aspectos de la vida, nos unamos al rey David al profesar nuestra fe inquebrantable en Dios, nos neguemos a ser contados entre los que "confían en carros y caballos" y oremos por la gracia de permanecer firmes.
English
¿Qué significa que algunos confíen en los carros (Salmo 20:7)?
