Pregunta
¿Qué quiere decir Dios cuando afirma: "Búsquenme, y vivirán" (Amós 5:4, NBLA)?
Respuesta
Amós ministró como profeta a Israel en la cúspide de la prosperidad y el poder político de la nación. Lamentablemente, era una época en la que la verdadera adoración a Dios había sido sustituida por la idolatría, la inmoralidad, la codicia, el materialismo, la injusticia, la complacencia espiritual y la autosuficiencia. El pueblo de Dios, tanto en Judá al sur (el hogar de Amós) como en Israel al norte (el campo de misión de Amós), se enfrentaba al juicio del Señor porque le habían abandonado. En una larga serie de funestas predicciones sobre la perdición que se avecinaba (Amós 3:1-6:14), Amós les ofrece un rayo de esperanza: "Porque así dice el Señor a la casa de Israel: Búsquenme, y vivirán" (versículo 5:4, NBLA).
"Búsquenme, y vivirán" es el tema central y el mensaje primordial de Amós. El profeta repite: "Busquen al Señor y vivirán, no sea que Él les caiga como fuego, oh casa de José, y consuma a Betel sin que haya quien lo apague" (Amós 5:6, NBLA). De nuevo implora: "Busquen lo bueno y no lo malo, para que vivan; y así sea con ustedes el Señor, Dios de los ejércitos. ¡Tal como han dicho!" (Amós 5:14, NBLA).
"Búsquenme, y vivirán" es el grito del corazón de Dios: Su llamado a la gente para que se arrepienta y busque Su perdón mientras aún haya esperanza de salvación. El mensaje resuena en la invitación de Isaías: "Busquen al Señor mientras puede ser hallado, llámenlo en tanto que está cerca" (Isaías 55:6, NBLA). Se repite en el llamado de Sofonías: "Busquen al Señor, todos ustedes, humildes de la tierra que han cumplido Sus preceptos; busquen la justicia, busquen la humildad. Quizá serán protegidos el día de la ira del Señor" (Sofonías 2:3, NBLA).
"Búscame y vivirás" es la invitación de Dios a volver a la devoción “pura y genuina” al Señor (Santiago 1:27), que es el fundamento de nuestra vida y de nuestra relación con Él. Cuando abandonamos al Señor, debemos humillarnos ante Él, arrepentirnos, obedecer Sus mandatos y volver a andar por Sus caminos. Sólo así podemos recibir el perdón de los pecados y la restauración (2 Crónicas 7:14). Los profetas advirtieron repetidamente a los hijos rebeldes de Dios que volvieran a la adoración auténtica, que es nuestra fuente de vida espiritual y la única esperanza de salvación del juicio y la ira del Señor.
En el libro de los Hechos, el apóstol Pablo informa al pueblo de Atenas de que el deseo de Dios siempre ha sido que todos los pueblos le busquen: "Su propósito era que las naciones buscaran a Dios y, quizá acercándose a tientas, lo encontraran; aunque él no está lejos de ninguno de nosotros. Pues en él vivimos, nos movemos y existimos" (Hechos 17:27-28, NTV; ver también Salmo 14:2). Dios es nuestro "manantial de la vida" (Salmo 36:9). De Él sacamos "aguas de las fuentes de la salvación" (Isaías 12:3; ver también Apocalipsis 21:6; 22:17; Juan 4:10; 7:38).
Debemos "buscarle continuamente" (1 Crónicas 16:11, NTV) y «buscarle sinceramente» (Hebreos 11:6, NTV). La gente de la época de Amós afirmaba seguir a Dios con sus palabras (ver Amós 5:14), pero sus acciones y devociones revelaban una verdad diferente. La búsqueda de todo corazón es la clave de la vida con Dios: "me buscaréis y me hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón" (Jeremías 29:13; ver también Deuteronomio 4:27-29). Como David, debemos tener hambre y sed del Señor con todo nuestro ser (Salmo 63:1; Salmo 84:2; Salmo 42:1).
"Búscame y vivirás" es la oportunidad de Dios en el momento oportuno. "Efectivamente, el "momento preciso" es ahora. Hoy es el día de salvación", dice el Señor (2 Corintios 6:2, NTV). A nadie se le promete el mañana. Hoy tenemos esta única vida con aliento en los pulmones para buscar a Dios y vivir (Salmo 95:7-8; Hebreos 3:7-15; 4:7).
No sólo "Búscame y vivirás" es el tema central de Amós y los profetas, sino que también es el mensaje principal del Evangelio. Dios ama tanto a la gente del mundo que envió a Su Hijo único para morir en nuestro lugar y, mediante Su sacrificio, darnos la vida eterna en Jesucristo (Juan 3:16). El apóstol Juan aclara: "Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. Estas cosas os he escrito a vosotros que creéis en el nombre del Hijo de Dios, para que sepáis que tenéis vida eterna" (1 Juan 5:11-13).
Primero debemos creer en Él, y después el camino cristiano consiste en buscar al Señor mediante una relación de por vida con Él. Pablo expone: "Dará vida eterna a los que siguen haciendo el bien, pues de esa manera demuestran que buscan la gloria, el honor y la inmortalidad que Dios ofrece; pero derramará su ira y enojo sobre los que viven para sí mismos, los que se niegan a obedecer la verdad y, en cambio, viven entregados a la maldad" (Romanos 2:7-8, NTV).
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¿Qué quiere decir Dios cuando afirma: "Búsquenme, y vivirán" (Amós 5:4, NBLA)?