Pregunta
¿Quién es el jefe de la familia según la Biblia?
Respuesta
Efesios 5:23 deja en claro quién debería ser el jefe de la familia según el diseño de Dios para la familia: “porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador” Pero erramos cuando desconsideramos todos los aspectos del liderazgo. La cabeza no puede funcionar sola. Es tan dependiente del resto del cuerpo como el cuerpo lo es de la cabeza. Dios se cuida de definir el liderazgo comparándolo con Cristo y la iglesia. Ese papel de liderazgo se cumple mejor cuando el marido “ama a su mujer, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella” (Efesios 5:25–30).
Efesios 5 asume una pareja casada, con el marido como líder y la mujer como colaboradora; sin embargo, muchas familias modernas no encajan en ese modelo. Algunas son lideradas por un solo padre, otras por un abuelo o un hermano mayor, y aún otras tienen alguna otra estructura. Con eso en mente, ¿cómo definimos quién debe estar al frente? La Escritura es consistente en enseñar la cadena de mando. El miembro mayor de una familia debería ser el líder siempre que sea posible. En los tiempos del Antiguo Testamento, el hijo mayor recibía una doble herencia, llamada primogenitura, a la muerte de su padre. Pero también se le responsabilizaba por el bienestar de toda la familia (Génesis 27:19; Deuteronomio 21:17).
A los hijos se les manda obedecer a ambos padres, no solo al jefe de la familia (Efesios 6:1; Colosenses 3:20). Un hijo indisciplinado trae vergüenza y deshonra a su madre, no solo a su padre (Proverbios 10:1; 29:15). Los padres sabios acuerdan las reglas y la disciplina frente a los hijos. Cualquier desacuerdo debería ser tratado a puertas cerradas para que los padres puedan presentar un frente unido. En lo que respecta a los hijos, una madre y un padre que trabajan juntos son los líderes de la familia.
Aquí algunos principios en relación a lo que significa ser el líder de una familia:
1. Un líder va primero. El liderazgo piadoso es un liderazgo de servicio (ver Marcos 10:44). El líder de una familia es el modelo a seguir para todos los demás. Si él/ella quiere que la familia hable amablemente y con respeto, él/ella debe modelar ese tipo de habla. Se un marido quiere que su mujer lo honre, él debe honrarla. Si una madre soltera quiere que sus hijos tengan una buena ética de trabajo, ella debe demostrarles cómo se ve eso. El liderazgo no es una dictadura. El líder de una familia busca la sabiduría, habla con Dios sobre los problemas y luego instruye gentilmente al resto del cuerpo en dirección a donde debe ir. Si el miembro senior de una familia no está actuando como un buen líder, toda la familia sufre.
2. Un líder asume responsabilidad. Cuando Dios repartió roles para la familia, Él colocó la mayor carga en los hombres. El liderazgo puede parecer superioridad hasta que leemos las expectativas de Dios. El jefe de una familia es responsable ante Dios por el bienestar espiritual y emocional de la familia. Dios juzgó a Elí por no controlar a sus malvados hijos. Elí sabía sobre las malvadas acciones de ellos pero no hizo nada al respecto, así que Dios hizo a Elí responsable como líder de la familia (1 Samuel 3:13).
3. Un líder recibe el 51 por ciento del voto. Dos personas no estarán de acuerdo en todo, sin importar cuán alineadas estén, y cuando hay un empate, ¿quién tiene el voto decisivo? Dios ha decretado que debe ser el líder de la familia, el marido si está presente. Por supuesto, un líder sabio consultará a su esposa. Los líderes no lo saben todo, a pesar de que llevan el peso de la responsabilidad por las decisiones. Así que es inteligente buscar consejo y asesoramiento de la mujer a la que prometió su vida. Y, si ella es una mujer piadosa, compartirá su estudiada opinión pero luego dejará que su marido cargue con el peso de la decisión por su cuenta.
Dios diseñó la familia, y Él sabe mejor cómo funciona. Cuando aplicamos Sus estándares de amor, sumisión, responsabilidad y liderazgo de servicio, la familia prospera (Efesios 5:21–33; Colosenses 3:18–20; 1 Pedro 3:1–7). Cuando un marido da un paso al frente y asume la responsabilidad que Dios ha puesto en él, el resto de la familia encuentra mucho más fácil cumplir con sus propios roles para que la familia sea un testimonio del diseño de Dios.
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