Pregunta
¿Qué significa que con la boca se confiesa para salvación (Romanos 10:10)?
Respuesta
En Romanos 10:10, Pablo escribe: "Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación". Aquí, Pablo establece una conexión entre la fe, la confesión y la salvación. Explorar el contexto y las implicaciones de Romanos 10:10 es crucial para apreciar su profundidad.
La declaración de Pablo en Romanos 10:10 se refiere a la doctrina de la justificación por la fe. En este versículo, Pablo se basa en ideas expresadas en versículos anteriores y en otros pasajes, como Deuteronomio 30:11-14. En el Deuteronomio, Moisés transmite que los mandamientos de Dios no son lejanos ni inalcanzables, sino que están al alcance de todos, que ya están en el corazón y en la boca de los israelitas. La verdad de Dios es accesible e interna, y resuena con las enseñanzas posteriores de Pablo sobre la fe.
En Romanos 10:10, Pablo establece un paralelismo entre la recepción interna de los mandamientos de Dios y la creencia interna en Cristo. Las palabras "con el corazón se cree para justicia", indican que la salvación comienza con una fe interior. Esta creencia no es un mero reconocimiento intelectual, sino una convicción personal. La justicia proviene de ser justificado o declarado justo ante Dios. La transformación de un estado injusto en uno justo se produce mediante la fe en Jesucristo. Pablo ya afirmó en Romanos 3:28 que una persona está justificada por la fe, aparte de las obras de la ley.
El énfasis de Pablo en el corazón refleja que la salvación es una experiencia íntima e interna. Es una transformación profundamente personal. La fe en Cristo da como resultado una posición correcta ante Dios. Creer es algo más que un asentimiento mental; es una confianza profundamente arraigada en Jesús como Salvador que transforma a los pecadores en santos.
Pablo no se detiene en la creencia interna. También incluye el papel de la boca en la salvación: "Con la boca se confiesa para salvación" (Romanos 10:10). La confesión es el primer acto tras la salvación, y significa una expresión externa de una fe interior. La boca se convierte en el instrumento a través del cual el creyente afirma públicamente su fe en Cristo. Demuestra que el Espíritu Santo, que actúa en el interior de los creyentes, ha regenerado el corazón y ha hecho posible la confesión.
La interacción del corazón y la boca subraya que la salvación es una realidad tanto interna como externa. La salvación comienza con una creencia de corazón, pero se valida y expresa mediante una confesión verbal. La confesión es un resultado natural de la transformación dentro del creyente. Es una forma de dar testimonio al mundo de la fe que ya ha arraigado en el corazón. Del mismo modo, el salmista nos anima a contar a los demás lo que ha hecho el Señor: "¿Los ha rescatado el Señor? ¡Entonces, hablen con libertad! Cuenten a otros que él los ha rescatado de sus enemigos" (Salmo 107:2, NTV).
La enseñanza de Pablo sobre la confesión concuerda con la narrativa bíblica más amplia. Jeremías 31:31-34 describe un nuevo pacto en el que Dios promete escribir Sus leyes en el corazón de Su pueblo. La expresión externa de ese cambio interno complementa esta interiorización de los mandamientos de Dios.
Romanos 10:10 proporciona una comprensión profunda de la salvación, que abarca la creencia interna y la confesión externa. "Con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación". Con estas palabras, Pablo expone la naturaleza integral de la salvación. El corazón y la boca trabajan juntos para reflejar la realidad de la salvación: una fe profundamente personal en Cristo que se afirma y expresa abiertamente. La salvación es una transformación interior y un testimonio exterior, que capta la esencia de lo que significa ser salvo por gracia mediante la fe.
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¿Qué significa que con la boca se confiesa para salvación (Romanos 10:10)?