Pregunta
¿Qué significa crecer en gracia?
Respuesta
Segunda de Pedro 3:18 nos dice: "creced en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor y Salvador Jesucristo". Crecer en la gracia es madurar como cristianos. Somos salvos por la gracia mediante la fe (Efesios 2:8-9), y maduramos y somos santificados solo por la gracia. Sabemos que la gracia es una bendición que no merecemos. Es la gracia de Dios la que nos justifica, nos santifica y, finalmente, nos glorifica en el cielo. El proceso de santificación, parecernos más a Cristo, es sinónimo de crecer en la gracia.
Crecemos en gracia leyendo la Palabra de Dios y dejando que "habite en abundancia en [nosotros]" (Colosenses 3:16, NBLA) y orando. Esas acciones por sí solas no nos hacen madurar, pero Dios utiliza esas disciplinas espirituales para ayudarnos a crecer. Por tanto, madurar en nuestra vida cristiana no consiste en lo que hacemos, sino en lo que Dios hace en nosotros, por Su gracia. Es importante comprender y aplicar la gracia de Dios en nuestras vidas. No hay que menospreciarla siendo orgullosos, porque Dios dice que resiste a los soberbios, pero da gracia a los humildes (St 4,6). La gracia es el atributo de Dios que nos permite liberarnos de nuestra naturaleza pecaminosa y seguirle. Nos fortalece y nos protege. Sin la gracia de Dios, Su favor, estaríamos perdidos sin esperanza en este mundo. Cuanta más gracia tengamos y pidamos a Dios, más maduros seremos como cristianos.
Crecer en gracia no significa obtener más gracia de Dios. La gracia de Dios nunca aumenta; es infinita, no puede ser más, y según la naturaleza de Dios, nunca podría ser menos. Dio a Su Hijo único para que todo el que crea en Él se salve (Juan 3:16). ¿Cuánta más gracia puede haber que esa? Pero crecer en la gracia es crecer en nuestra comprensión de lo que hizo Jesús y crecer en nuestra apreciación de la gracia que se nos ha concedido. Cuanto más aprendamos sobre Jesús, más apreciaremos todo lo que ha hecho, y cuanto más apreciemos Su amor y Su sacrificio por nosotros, más percibiremos la interminable gracia de Dios.
Pedro también confirma que necesitamos crecer en nuestro conocimiento de Jesús y tener esa relación íntima con Él, porque cuanto más sepamos de Él, más de Él se verá en nuestras vidas. Pablo dijo en Colosenses 3:1-4: "Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Porque habéis muerto, y vuestra vida está escondida con Cristo en Dios. Cuando Cristo, vuestra vida, se manifieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria".
Las Escrituras contienen todo el conocimiento que necesitaremos aprender de Dios, de Su Hijo y de Su Espíritu, al menos en esta vida. El deseo de Dios para los que ha salvado es su santificación y transformación. Quiere que seamos más santos como Él. Quiere transformarnos a imagen de Su Hijo. La forma de hacerlo es meditando en las Escrituras y aplicando sus principios a nuestra vida, mientras nos sometemos a la convicción y al poder del Espíritu Santo que mora en nosotros. Entonces comprobaremos 2 Corintios 3:18: "Pero todos nosotros, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu" (NBLA).
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