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Pregunta

¿Qué significa que el que gana almas es sabio (Proverbios 11:30)?

Respuesta


La mayoría de nosotros pensamos que ganar almas es un concepto del Nuevo Testamento, pero existe una idea relacionada en el Antiguo Testamento: "El fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio" (Proverbios 11:30, NBLA). Un pasaje similar se encuentra en Daniel 12:3: "Los entendidos brillarán como el resplandor del firmamento, y los que guiaron a muchos a la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad" (NBLA).

Proverbios 11:30 resulta ser un versículo difícil de interpretar, y los traductores lo han traducido de diversas maneras. Algunas traducciones se asemejan a la de la NBLA: "el que gana almas es sabio": Por ejemplo, "y el sabio salva vidas" (NVI). Pero otras traducciones toman la redacción hebrea de forma diferente: "una persona sabia gana amigos" (NTV).

La palabra gana en Proverbios 11:30 puede significar "atraer", lo que sugiere que la persona sabia atrae a los demás hacia la sabiduría y el "árbol de la vida" que produce una vida recta. Al atraer a la gente hacia sí, la persona sabia puede ofrecerles una instrucción sólida. Esta idea encaja con la primera parte del versículo. Una persona justa ejerce una influencia vivificante del mismo modo que los buenos frutos atraen a un árbol. La Nueva Traducción Viviente encaja con esta noción de atracción al afirmar: "La semilla de las buenas acciones se transforma en un árbol de vida; una persona sabia gana amigos".

Algunos traductores aplican la frase gana almas al concepto de hacer el bien a los demás, como en la NLT. Sin embargo, la palabra hebrea también puede significar "capturar o tomar posesión de". Usando este sentido, la Versión Reina Valera traduce el versículo, "el que gana almas es sabio". Gana almas también puede significar "tomar vidas o destruir vidas".

Casi con toda seguridad, la frase gana almas en Proverbios 11:30 no significa "evangelismo" en el pleno sentido neotestamentario de ganar almas para Cristo. Sin embargo, es probable que se trate de un principio similar. El comentarista bíblico Matthew Henry explica el término de esta manera "El que es sabio, al comunicar su sabiduría, gana almas, las gana para que se enamoren de Dios y de la santidad, y así las gana para los intereses del reino de Dios entre los hombres" (Matthew Henry's Commentary on the Whole Bible, Hendrickson Publishers, 1994, p. 979).

Por su vida recta, las personas sabias atraen a otras personas y, como resultado, pueden alejar a muchas almas de la necedad y dirigirlas hacia la rectitud. "Los que quieren ganar almas necesitan sabiduría para saber cómo tratarlas; y los que ganan almas demuestran que son sabios", explica Henry (ibid.). Santiago lo expresa así: "sepa que el que hace volver a un pecador del error de su camino salvará su alma de muerte" (Santiago 5:20, NBLA).

Una de las principales autoridades bíblicas en el tema de ganar almas fue el apóstol Pablo. Escribió: "A pesar de que soy un hombre libre y sin amo, me he hecho esclavo de todos para llevar a muchos a Cristo. Cuando estaba con los judíos, vivía como un judío para llevar a los judíos a Cristo. Cuando estaba con los que siguen la ley judía, yo también vivía bajo esa ley. A pesar de que no estoy sujeto a la ley, me sujetaba a ella para poder llevar a Cristo a los que están bajo la ley. Cuando estoy con los gentiles, quienes no siguen la ley judía, yo también vivo independiente de esa ley para poder llevarlos a Cristo; pero no ignoro la ley de Dios, obedezco la ley de Cristo. Cuando estoy con los que son débiles, me hago débil con ellos, porque deseo llevar a los débiles a Cristo. Sí, con todos trato de encontrar algo que tengamos en común, y hago todo lo posible para salvar a algunos" (1 Corintios 9:19-22, NTV).

Pablo vivía de tal manera que atraía a otras personas hacia sí mismo o, mejor dicho, hacia Cristo. Trataba de encontrar puntos en común con todo el mundo con la esperanza de ganar sus almas para el reino de Dios. Nadie puede negar la sabiduría de su proceder. Si deseamos ser alguien que gana almas, si queremos ser sabios, seguiremos el ejemplo de Pablo.

"El fruto del justo [consecuente] es árbol de vida, y el que gana almas es sabio [para Dios-las recoge para la eternidad]" (Proverbios 11:30, NBLA).

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