Pregunta
¿Por qué dice Marcos: "el que lea, que entienda" en Marcos 13:14 (NBLA)?
Respuesta
En Marcos 13:14, Jesús afirma: "Pero cuando vean la abominación de la desolación puesta donde no debe estar (el que lea, que entienda), entonces los que estén en Judea huyan a los montes" (NBLA). Este pasaje forma parte del Discurso del Monte de los Olivos, en el que Jesús describe la destrucción del templo de Jerusalén y el fin de los tiempos. La advertencia de "el que lea, que entienda" se encuentra también en el pasaje paralelo de Mateo 24: "Por tanto, cuando ustedes vean la abominación de la desolación, de que se habló por medio del profeta Daniel, colocada en el lugar santo, y el que lea que entienda, entonces los que estén en Judea, huyan a los montes" (Mateo 24:15-16, NBLA).
En Marcos 13, Jesús y Sus discípulos están saliendo del templo cuando uno de los discípulos hace un comentario sobre la magnífica arquitectura. Jesús responde prediciendo la destrucción del templo, lo que lleva a los discípulos a preguntar cuándo sucederán estas cosas y qué señales conducirán a ese momento (Marcos 13:1-4). A continuación, Jesús pronuncia un discurso detallado sobre las pruebas y tribulaciones venideras.
La referencia de Jesús a "la abominación de la desolación" en Marcos 13:14 apunta a una profecía repetida en el libro de Daniel (ver Daniel 9:27; 11:31; 12:11). El profeta advertía de un futuro acto abominable que causaría desolación en el lugar santo. Esta profecía se cumplió parcialmente en el siglo II a.C., cuando Antíoco IV Epífanes profanó el templo, erigiendo un altar a Zeus y sacrificando en él un cerdo. La profecía de Jesús en Marcos 13:14, sin embargo, sugiere un segundo cumplimiento, que tuvo lugar durante el ataque romano a Jerusalén en el año 70 d.C., cuando el templo fue destruido. También anticipa un tercer y último cumplimiento, cuando el Anticristo instale su imagen en un templo aún por construir en Jerusalén.
La destrucción del templo simboliza la transición del Antiguo Pacto al Nuevo Pacto establecido por Cristo. Hebreos 9:11-12 explica: "Pero cuando Cristo apareció como Sumo Sacerdote de los bienes futuros, a través de un mayor y más perfecto tabernáculo, no hecho con manos, es decir, no de esta creación, entró al Lugar Santísimo una vez para siempre, no por medio de la sangre de machos cabríos y de becerros, sino por medio de Su propia sangre, obteniendo redención eterna" (NBLA). Este pasaje ilustra el paso del templo físico al propio Jesús como lugar de la presencia de Dios y medio de expiación del pecado.
El comentario "el que lea, que entienda" de Marcos 13:14 podría interpretarse de distintas maneras, según de quién sea el comentario. Podría ser un comentario entre paréntesis, insertado por Marcos, para indicar a sus lectores que la profecía de Jesús requiere discernimiento y una cuidadosa consideración. Es decir, los lectores del Evangelio de Marcos deben reconocer las señales y estar atentos.
Otra posibilidad es que el comentario de "el que lea, que entienda" forme parte de las propias palabras de Jesús. En este caso, no se referiría a la enseñanza de Jesús, sino a la profecía de Daniel. Desde este punto de vista, Jesús estaba diciendo: "Que el lector de la profecía de Daniel entienda lo de la abominación desoladora".
De cualquier modo, la invitación a "entender" pone de relieve la necesidad de discernimiento y preparación espirituales. En Marcos 13:22-23, Jesús advierte: "Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y harán señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos. Mas vosotros mirad; os lo he dicho todo antes". El apóstol Pablo también instó a los creyentes a mantenerse firmes en la fe y a estar alerta ante las realidades espirituales que les rodeaban (ver Efesios 6:10-18 y 1 Tesalonicenses 5:1-11).
Además, el llamado a la comprensión incita a los lectores a ver más allá de los acontecimientos históricos, hacia el marco escatológico más amplio. El Discurso del Monte de los Olivos combina acontecimientos próximos y escenarios del final de los tiempos, creando una serie de cumplimientos proféticos que incluyen tanto la destrucción de Jerusalén como la segunda venida de Cristo. Este doble cumplimiento se observa en pasajes como Mateo 24:29-32, donde diversas pruebas y tribulaciones preceden a la venida del Hijo del Hombre.
El comentario entre paréntesis de Marcos (o de Jesús) en Marcos 13:14 es una exhortación a los creyentes para que sean perspicaces, vigilantes y fieles. El lector debe comprender tanto la destrucción del templo como los acontecimientos que precederán a la segunda venida de Cristo. Independientemente de lo que ocurra, nuestra esperanza está en Cristo, que es una "firme ancla del alma" (Hebreos 6:19).
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¿Por qué dice Marcos: "el que lea, que entienda" en Marcos 13:14 (NBLA)?