Pregunta
¿Qué significa que las mujeres deben tener un espíritu afable y apacible (1 Pedro 3:4)?
Respuesta
En su primera carta, dirigida a los creyentes judíos que estaban dispersos por Asia Menor (1 Pedro 1:1), Pedro anima a las mujeres a tener un espíritu afable y apacible. Esto forma parte de la exhortación de Pedro a sus lectores para que mantuvieran un comportamiento excelente entre los gentiles, a fin de que estos observaran su conducta piadosa y glorificaran a Dios (1 Pedro 2:12).
Parte del comportamiento honorable que Pedro promovía incluye someterse a la autoridad o gobierno humano (1 Pedro 2:13). Los creyentes debían vivir como quienes poseen libertad, pero sin utilizar esa libertad como excusa para obrar mal (1 Pedro 2:16). Con ese mismo espíritu de preocupación por los demás expresado mediante la sumisión, Pedro sugiere a sus lectores que honren a todos, amen a sus hermanos y hermanas, teman a Dios y honren al rey (1 Pedro 2:17). Del mismo modo, los siervos debían mostrar un comportamiento semejante al de Cristo, humillándose ante quienes tenían autoridad sobre ellos (1 Pedro 2:20). Jesús había proporcionado nuestro mayor ejemplo al demostrar humildad y soportar sufrimientos inmerecidos en beneficio de los demás (1 Pedro 2:21-22). Jesús sufrió y murió como sustituto por nosotros para que dejáramos de ser esclavos del pecado y vivificáramos en Su justicia (1 Pedro 2:24). Se espera que todos los creyentes muestren este tipo de sumisión los unos a los otros; como dice Pablo en Efesios 5:21, los creyentes deben someterse los unos a los otros en el temor de Cristo. Tanto Pedro como Pablo recuerdan a sus lectores el ejemplo de Jesús y luego instan a los creyentes a mostrar semejanza a Cristo en todas sus relaciones. Es en este contexto en el que Pedro insta a las mujeres a tener un espíritu afable y apacible (1 Pedro 3:4).
Tras recordar a sus lectores el ejemplo de humildad de Jesús (1 Pedro 2:21-24), Pedro instruye a las mujeres casadas para que muestren sumisión a sus maridos (1 Pedro 3:1). En este caso, el propósito es que incluso los maridos que no son obedientes a la Palabra puedan ser conquistados por la pureza de la actitud y el comportamiento de sus esposas (1 Pedro 3:2). Pedro describe cómo debería ser esa actitud y ese comportamiento: el verdadero adorno de la mujer no tiene que ver con la apariencia externa, sino que el verdadero adorno está en el carácter interior y es de calidad imperecedera. Es "un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios" (1 Pedro 3:4).
El término afable no implica debilidad, sino autocontrol. Si se le dice a uno que sea afable, la implicación es que tiene la capacidad de no serlo. La mujer tiene fortaleza y expresa la fortaleza de Cristo en la mansedumbre o gentileza hacia su marido. Pedro añade que la esposa piadosa no sólo es afable, sino que también tiene un espíritu apacible (1 Pedro 3:4). Tiene un espíritu apacible o tranquilo, lo que le permite hablar y comportarse de forma tranquila y ordenada. Pedro no está sugiriendo que sea necesario un volumen bajo, sino un carácter apacible.
Este carácter es "de grande estima delante de Dios" (1 Pedro 3:4) y es imperecedero: perdura y tiene valor en todas las generaciones. Incluso en el pasado, así es como las mujeres que esperaban en Dios demostraban su verdadero adorno (1 Pedro 3:5)-Pedro utiliza el ejemplo de Sara (versículo 6). Una mujer piadosa expresa su sumisión a su marido mediante un espíritu afable y apacible.
En cuanto a los maridos, se les instruye para que vivan teniendo consideración hacia sus esposas -también como expresión de sumisión (1 Pedro 3:7). La instrucción de Pedro aquí es similar a la de Pablo en Efesios 5:21 y 25: que todos los creyentes deben mostrar una sumisión semejante a la de Cristo unos con otros, y los maridos expresan esto hacia sus propias esposas mediante el amor y la consideración. Cuando Pablo y Pedro explican cómo pueden cumplir sus funciones los creyentes, ambos hacen hincapié en cualidades específicas que serán útiles en sus relaciones particulares. Aunque todos los creyentes deben ser mansos, pues forma parte del fruto que el Espíritu Santo produce en todos nosotros (Gálatas 5:22), y todos los creyentes deben llevar una vida ordenada y pacífica (1 Timoteo 2:2), Pedro destaca en el contexto de los maridos y las esposas que la característica particular de un espíritu afable y apacible será de gran beneficio.
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¿Qué significa que las mujeres deben tener un espíritu afable y apacible (1 Pedro 3:4)?