Pregunta
¿Cuál es el entendimiento bíblico de fe vs. obras?
Respuesta
El debate de fe vs. obras a menudo surge en discusiones sobre salvación. Hay muchos que dicen que una persona se salva basada en una mezcla de fe y obras. El cristianismo bíblico enseña la salvación por fe en Jesucristo, aparte de cualquier obra que hagamos. Quizás el mejor lugar para comenzar es definir claramente la fe y las obras:
¿Qué es la fe? Hebreos 11:1 establece la definición: "Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve". La fe es aquello que nos asegura que nuestra esperanza es realidad, aunque todavía no podamos verla. Si tenemos fe, estamos convencidos de que lo que creemos es real, verdadero y fiable. El objeto bíblico de la fe es la persona y la obra de Jesucristo. La verdadera fe siempre ha sido la marca identificativa del pueblo de Dios.
¿Qué son las obras? Las obras son las acciones o hechos de una persona. La obra es aquello que realizamos para algún tipo de recompensa. Trabajamos en nuestros empleos y esperamos recibir un cheque de pago por ello. Incluso trabajar de forma voluntaria tiene su propia recompensa: el elogio de otros, una sensación de buena voluntad, etc. En el contexto de la salvación, las obras se refieren a las buenas acciones que hacemos, especialmente actos religiosos o caritativos o la observancia de la ley del Antiguo Testamento.
En el debate de fe vs. obras, los dos lados sostienen que o bien somos salvos por fe (y fe solamente), o bien somos salvos por obras (o, más comúnmente, obras añadidas a la fe). ¿Qué lado es correcto? ¿Cuál es la relación bíblica entre la fe y las obras?
• Las obras son necesarias para la salvación, pero la Escritura es clara en que esas obras son de Cristo, no nuestras. Jesús cumplió la ley (Mateo 5:17). De hecho, "De manera que la ley ha sido nuestro ayo, para llevarnos a Cristo, a fin de que fuésemos justificados por la fe" (Gálatas 3:24). El sacrificio de Jesús en la cruz nos reconcilió con Dios (Romanos 5:10) y al morir, Jesús proclamó que la obra había terminado (Juan 19:30). Ahora estamos invitados a entrar en el descanso de Dios por fe: "Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas" (Hebreos 4:10).
• Nuestras obras no hacen nada para ganar o mantener la salvación. Fue el sacrificio único y definitivo de Cristo el que justifica a los pecadores (Romanos 3:24). "Sabemos, sin embargo, que el hombre no se justifica por las obras de la ley, sino por la fe en Jesucristo" (Gálatas 2:16). Empezamos por fe, y continuamos en fe: "¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?" (Gálatas 3:2-3).
• La salvación es por gracia, lo que excluye las obras. La gracia es, por definición, inmerecida, y la Escritura deja claro que la gracia de Dios en la salvación destruye el argumento del esfuerzo humano: "Y si por gracia, ya no es por obras; de otra manera la gracia ya no es gracia. Y si por obras, ya no es gracia; de otra manera la obra ya no es obra" (Romanos 11:6). "Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe" (Efesios 2:8-9).
• El requisito de Dios para la salvación es la fe en Su Hijo. Uno de los grandes temas de la Biblia es que somos justificados, o declarados justos, por fe (Génesis 15:6). La fe es el único medio de hacer que seres humanos pecadores puedan estar ante un Dios santo. Ninguna cantidad de cumplimiento de la ley o buenas obras puede lograrlo (Tito 3:5). Si nuestras obras pudieran salvarnos, entonces Cristo murió por nada (Gálatas 2:21).
• Las obras son el producto de la fe. Aquellos que tienen verdadera fe en Jesucristo estarán "deseosos de hacer lo que es bueno" (Tito 2:14). Juan el Bautista pidió "fruto digno de arrepentimiento" (Mateo 3:8). El libro de Santiago enfatiza la naturaleza de la verdadera fe salvadora como aquella que resulta en buenas obras: "Así también la fe, si no tiene obras, es muerta en sí misma" y "Porque como el cuerpo sin espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta" (Santiago 2:17, 26). La gracia a través de la fe salva, y esa fe se manifiesta en obras. Si alguien dice tener fe pero no muestra buenas obras, su fe está "muerta", o no existe.
Por lo tanto, el debate de fe vs. obras realmente no es un debate en absoluto. Tanto la fe como las obras son partes integrales de la vida cristiana. Bíblicamente, la fe es la causa de la salvación, mientras que las obras son la evidencia de ella.
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¿Cuál es el entendimiento bíblico de fe vs. obras?