Pregunta
¿Qué es una iglesia institucional?
Respuesta
Una institución es una organización pública establecida. El término iglesia institucional se refiere a grupos organizados de cristianos practicantes que se reúnen en locales designados para la iglesia y cumplen los horarios semanales establecidos para la celebración del culto y la enseñanza. Las iglesias institucionales a menudo ofrecen clases separadas por edades, tales como guarderías para niños en edad preescolar y servicios para niños y jóvenes, además de los servicios regulares que se celebran semanalmente. El servicio semanal habitual normalmente incluye el culto colectivo mediante la música, la entrega de ofrendas y la enseñanza de un pastor. Muchas iglesias institucionales también ofrecen estudios bíblicos y otras clases durante la semana. Algunas también promueven reuniones semanales de grupos pequeños (grupos en la comunidad) en los hogares. Una iglesia institucional puede ser denominacional, como la bautista, la luterana o la metodista, o puede ser no denominacional o interdenominacional, pero todas las iglesias institucionales están "establecidas" en cuanto a que siguen pautas generales de organización y culto.
La palabra traducida como "iglesia" en el Nuevo Testamento es la palabra griega ekklésia, que significa "una asamblea separada". Se usa en todo el Nuevo Testamento para hacer referencia a las reuniones de los creyentes cristianos. Algunos se quejan de que la iglesia institucional no se parece a la ekklésia que Jesús tenía en mente cuando dijo que edificaría Su iglesia (Mateo 16:18). Según algunos, las iglesias tradicionales e institucionalizadas no satisfacen la necesidad de una comunión íntima como se describe en el libro de los Hechos (Hechos 2:42-46). Ellos citan las muchas referencias a las "iglesias en las casas" en las cartas de Pablo y creen que las reuniones pequeñas y personales se ajustan más al modelo bíblico (Romanos 16:5; Filemón 1:2; Colosenses 4:15; 1 Corintios 16:19). En pocas palabras, ven la iglesia institucional como una creación hecha por el hombre que no cumple con los propósitos por los cuales Jesús estableció Su ekklésia.
Algunos cristianos se apartan de la iglesia institucional por la frustración de ciertos elementos que les resultan desagradables; otros rechazan el concepto mismo de las iglesias institucionales. Los rituales y tradiciones que se han acumulado en varias iglesias institucionales les parece que obstaculizan la verdadera obra del Espíritu Santo. Mucha gente que abandona las iglesias institucionales tiene una verdadera hambre de Dios y no encuentra que esa necesidad sea satisfecha de manera tradicional. Estos cristianos no están abandonando la iglesia, sino que están dejando una cierta forma de "hacer iglesia".
Algunos a quienes no les gusta la iglesia institucional dicen que, en muchos casos, el culto que promueven es una fría formalidad que no se parece en nada a la pasión ardiente evidente en el Nuevo Testamento. Es cierto que muchas iglesias tradicionales han sustituido la religión por el culto y han insertado componentes creados por el hombre que resultan molestos para los corazones que desean encontrarse con Dios; sin embargo, también es cierto que muchas iglesias tradicionales practican una adoración a Dios sincera y de corazón.
Ya sea que una persona forme parte de una iglesia institucional o asista a una iglesia en casa, se debe seguir el patrón bíblico de la iglesia. Ese modelo incluye los siguientes aspectos:
1. Pastor y/o ancianos. La presencia de los ancianos ha sido parte de las reuniones de la iglesia desde el principio. El liderazgo comenzó con los apóstoles, que nombraron a hombres calificados para ser pastores a medida que la iglesia crecía. Estos líderes nunca fueron auto designados o seleccionados al azar. Se necesitó mucho más que simplemente aspirar al cargo para convertirse en un pastor. Había que cumplir con rigurosas directrices para cualquiera que deseara el cargo de anciano o diácono. Primera de Timoteo 3:1-15 detalla las cualidades requeridas para aquellos en el liderazgo espiritual. En Hechos 20:28, Pablo exhortó a los ancianos de Éfeso: "mirad por vosotros, y por todo el rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre". Hebreos 13:17 encarga a los cristianos que honren a las autoridades espirituales "porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta". Y 1 Timoteo 5:17 afirma que los ancianos/pastores que son fieles son dignos de doble honor.
2. Adoración congregacional. A lo largo del Antiguo Testamento, Dios llamó a Su pueblo a presentarse ante Él de forma colectiva (Éxodo 33:10; 2 Reyes 10:18; Deuteronomio 31:12). Dios todavía desea que Su pueblo se reúna como uno y levante sus voces y corazones para invocar Su nombre. El Nuevo Testamento no contiene ninguna evidencia de que los cristianos obedientes hayan decidido alguna vez que "no les gustaba la iglesia" y se negaron a participar.
3. La administración. Unos años después que la iglesia comenzó, las iglesias de una ciudad se comunicaban y enviaban apoyo a las iglesias de otras ciudades (2 Corintios 8-9; Hechos 11:30). Cuando Pablo o sus representantes visitaban una iglesia, la congregación daba los fondos que habían reunido para ayudar a cubrir las necesidades de los hermanos y hermanas de otras regiones. Al unir las finanzas y la mano de obra, las iglesias pueden aportar mucho beneficio al mundo.
Los miembros de una iglesia institucional deben asegurarse de que están siguiendo a un pastor bíblico, adorando juntos en espíritu y en verdad, y practicando una buena administración de los recursos de la iglesia. Deben ser participantes activos en el ministerio de la iglesia, tanto para los otros miembros de la iglesia como para los no creyentes. Lo mismo se puede decir de los miembros de una iglesia en casa. Lo que no debemos hacer es abandonar la iglesia o alejarnos del Cuerpo de Cristo.
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