Pregunta
¿Qué significa presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia (Romanos 6:13)?
Respuesta
Romanos 6:13 dice: "ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad, sino presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos, y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia". Este versículo contiene dos mandamientos contrapuestos que encapsulan la vida cristiana. No presentamos nuestros miembros como instrumentos de injusticia, sino que presentamos nuestros miembros como instrumentos de justicia.
Los cristianos deben evitar el pecado y la injusticia. Jesús murió para romper el poder del pecado sobre nosotros (Romanos 6:6). Al estar unidos a Cristo mediante el bautismo del Espíritu, lo que le ocurrió a Él también se convierte en verdad para nosotros (versículo 3). Igual que Jesús murió en la cruz, murió nuestro viejo yo. Ahora que Él ha resucitado a la vida, nosotros también resucitamos (versículo 4). Antes de venir a Cristo, nos inclinábamos hacia el mal y la rebelión. Incluso nuestros intentos de hacer el bien estaban contaminados por la justicia propia. Gracias a la obra de Cristo, se ha pagado el precio del pecado y somos libres para hacer el bien en nombre de Dios. También hemos sido declarados justos. Por tanto, debemos presentar nuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia.
El término miembros se refiere a las partes de nuestro cuerpo. Cada parte de nosotros mismos debe ofrecerse a Dios como instrumento para que Él la utilice para la justicia. El significado de miembros también puede extenderse a otros aspectos de nuestra vida: nuestros pensamientos, acciones y actitudes. "Presentarse" implica una elección deliberada y una devoción a una persona o causa. Un «instrumento» es una herramienta que se utiliza para un fin concreto, y la "justicia" es lo que resulta de hacer lo correcto a los ojos de Dios. Presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia es, por tanto, dedicarnos a Dios y tomar decisiones conscientes y diarias para alinearnos con Su voluntad. Implica ajustar nuestros pensamientos, acciones y motivos para reflejar la voluntad de Dios. Es comprometernos a vivir como Jesús, en lugar de vivir para satisfacer nuestros deseos.
Al presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia, rechazamos el pecado, vencemos la tentación y nos apartamos de la vida egocéntrica. El Espíritu Santo nos capacita para experimentar la realidad del Evangelio. Debemos renunciar activamente a los comportamientos pecaminosos, buscar ayuda para las adicciones y abandonar nuestras viejas costumbres egoístas. También debemos buscar un conocimiento adecuado de la voluntad de Dios. No podemos emular a Jesús si no percibimos el mundo como Él lo hizo. También debemos dedicarnos a la oración y dar prioridad a las diversiones edificantes.
Al presentar a nuestros miembros como instrumentos de justicia, nos aseguramos conscientemente de que nuestras elecciones y decisiones se alinean con la voluntad de Dios. Cada miembro -cada parte del cuerpo- debe utilizarse para la gloria de Dios. Nuestras manos no se hicieron para pecar; se hicieron para servir a Dios. Nuestros pies no son para alejarnos de la voluntad de Dios, sino para correr por Sus caminos. Nuestras lenguas no son para chismorrear, mentir, calumniar o maldecir; son para alabar a Dios y edificar a los demás. La compositora de himnos Frances Ridley Havergal comprendió el concepto de presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia:
Toma mis manos y deja que se muevan
al impulso de tu amor.
Toma mis pies y que sean
rápidos y hermosos para ti,
rápidos y hermosos para ti.
Toma mi voz y déjame cantar
siempre, sólo, para mi Rey.
Toma mis labios y que estén
llenos de mensajes tuyos,
llenos de mensajes tuyos.
("Toma mi vida y déjala ser", 1874)
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¿Qué significa presentar nuestros miembros como instrumentos de justicia (Romanos 6:13)?
