Pregunta
Soy joven. ¿Cómo puedo vivir la vida cristiana?
Respuesta
Cada generación tiene sus desafíos al tratar de vivir la vida cristiana. Los adolescentes y los adultos jóvenes pueden enfrentarse a mayores luchas que los de otras categorías de edad porque las nuevas tentaciones chocan con la inexperiencia, y eso puede resultar en un desastre. Los jóvenes aún están aprendiendo a desenvolverse en el mundo. Sin la sabiduría y la experiencia de la vida en la que las generaciones mayores confían para superar la tentación, una persona joven puede sentirse perdida cuando busca la santidad en un mundo impío. Sin embargo, los jóvenes que quieren seguir a Cristo pueden evitar muchas trampas siguiendo algunas instrucciones:
1. Reconoce que estás en una etapa de aprendizaje. Nuestra cultura fomenta la autoexpresión e insta a los jóvenes a expresar sus opiniones en cada oportunidad. Aunque todos tenemos derecho a tener una opinión, los jóvenes sabios reconocen que tal vez no tengan la sabiduría que muchas personas mayores se han ganado, así que optan por escuchar y aprender. Proverbios 13:20 (NBLA) dice: "El que anda con sabios será sabio, pero el compañero de los necios sufrirá daño". En lugar de descartar automáticamente cualquier cosa que la generación mayor tenga que decir, un joven que desee vivir una vida cristiana aceptará con agrado las lecciones aprendidas a través de las experiencias de los demás. Haciendo preguntas, cuestionando suposiciones y comparando ideas con los principios de la Palabra de Dios, construirá una base para una opinión bien construida que valga la pena expresar.
2. Mantente alerta ante los deseos de la carne y el pecado sexual (1 Juan 2:15-16). Los jóvenes deben aprender a manejar las pasiones, los sentimientos nuevos y los deseos intensos a medida que se convierten en adultos. Las oleadas biológicas pueden resultar abrumadoras, especialmente para los hombres jóvenes. La lujuria sexual puede golpear con tal fuerza que a veces una persona joven que desea vivir para Cristo puede sentirse fuera de control. Dios entiende, y ha dado instrucciones detalladas en Su Palabra para ayudar a evitar que esas pasiones arruinen tu vida (1 Corintios 6:18).
Romanos 13:14 (NBLA) dice: "Antes bien, vístanse del Señor Jesucristo, y no piensen en proveer para las lujurias de la carne". Hacemos "provisión" cuando le damos a nuestra débil y pecaminosa carne más crédito del que merece. Cuando nos ponemos en situaciones comprometedoras y luego esperamos hacer lo correcto en el último minuto, estamos haciendo provisión para nuestra carne. Por ejemplo, un joven que asiste a una fiesta organizada por amigos conocidos por su consumo de alcohol, drogas y comportamiento inmoral, está haciendo provisión para la carne. Las intenciones de hacer lo correcto en tal circunstancia generalmente son arrasadas por la presión del grupo o la curiosidad sobre el pecado. Las personas sabias conocen sus propias debilidades y se alejan de situaciones que puedan explotarlas.
3. Reconoce y rechaza las expectativas idealistas. El idealismo crea suposiciones poco realistas que pueden llevar a un joven a tomar malas decisiones con consecuencias para toda la vida. El idealismo sobre el matrimonio, el gobierno y las finanzas puede frustrar la vida cristiana de un joven, al igual que el idealismo sobre la Iglesia. Muchos jóvenes cristianos abandonan la Iglesia porque no cumple sus expectativas de lo que debería ser la "Iglesia". Cuando lo hacen, sin darse cuenta, se exponen al ataque de su enemigo, Satanás (1 Pedro 5:8). Dios diseñó la comunión cristiana y la predicación de la Palabra para ayudar a formar y madurar a los creyentes (Hebreos 10:25), y conectarse a una iglesia local que enseñe la Biblia es vital para el crecimiento espiritual de un joven. Cualquier iglesia tendrá defectos, pero Dios puede querer usar una perspectiva juvenil para ayudar a esa iglesia a florecer. También usará los defectos de esa iglesia para edificar el carácter y la sabiduría en un joven que quiere vivir una vida cristiana.
4. Estudia. Estudia. Estudia. Pablo instruyó a su protegido Timoteo que estudiara diligentemente para que aprendiera a manejar correctamente la Palabra de Dios (2 Timoteo 2:15). Nuestro mundo está hambriento de verdad. La Palabra de Dios es la verdad que necesita (Juan 17:17). La mejor manera de frustrar el engaño del enemigo es estudiar la Palabra de Dios por uno mismo. Léela, escúchala, coteja un versículo con otro, busca maestros que conozcan a fondo y honren la Palabra de Dios, y aplica lo que aprendas. Un joven que vive fielmente según los principios de la Palabra de Dios obtendrá la sabiduría y la madurez para impactar al mundo (Salmo 92:12-14).
Un joven puede vivir la vida cristiana de la misma manera que una persona mayor. La vida cristiana comienza con una rendición genuina al señorío de Jesús. Continúa con el crecimiento a medida que llegamos a comprender quiénes somos en Cristo y todo lo que eso significa para nuestra vida diaria. Diariamente, nos sometemos al Señor para Sus propósitos y Su complacencia. Cuando pecamos, lo confesamos rápidamente y lo rechazamos para que nuestros corazones permanezcan en estrecha conexión con Dios (1 Juan 1:9). Mantenemos nuestros ojos en Cristo y proseguimos "hacia la meta para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús" (Filipenses 3:14, NBLA).
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Soy joven. ¿Cómo puedo vivir la vida cristiana?