Pregunta
¿Qué significa que la vida es más que la comida (Lucas 12:23)?
Respuesta
Las máximas prioridades de la vida del creyente son amar a Dios y buscar Su reino en primer lugar (Mateo 6:31-33). Lamentablemente, en nuestro frágil estado humano, tendemos a preocuparnos demasiado por las preocupaciones cotidianas de esta vida. La preocupación distorsiona nuestra perspectiva y desvía nuestra atención. Nos centramos en satisfacer las necesidades temporales en lugar de dedicarnos a la búsqueda del reino. En Lucas 12:22-34, Jesús enseña a Sus discípulos a no angustiarse por preocupaciones mundanas como la comida y el vestido: "Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo que el vestido" (Lucas 12:22-23).
Tener alimentos para comer es importante: una necesidad para sobrevivir (Génesis 28:20-22; 1 Reyes 17:12). No podemos prolongar la vida sin alimentos. Salomón nos dice que comer y beber son dones de Dios para nuestro disfrute (Eclesiastés 2:24-25; 3:13). Sin embargo, la vida es algo más que comida: no es el acontecimiento principal ni el objeto del centro del escenario. No obstante, la preocupación nos ciega ante la verdad de que Dios cuidará de Su creación (Mateo 10:29-31; Lucas 12:6-7). Dios quiere que confiemos en que Él nos proporcionará todo lo que necesitemos mientras nos entregamos al servicio del reino (Filipenses 4:19).
Dios promete bendecir siempre a Sus fieles con un suministro suficiente de alimentos (Levítico 26:3-5; Deuteronomio 11:15; 12:7; Salmo 128:1-2; Proverbios 13:25; Isaías 1:19; 65:13). En el desierto, Dios alimentó a los israelitas con maná del cielo (Deuteronomio 8:16; Salmo 78:23-29). Los llevó a vivir en una tierra rica y fértil que fluía leche y miel (Josué 24:11-13; Isaías 7:22). El erudito salmista afirma: "Una vez fui joven, ahora soy anciano, sin embargo, nunca he visto abandonado al justo ni a sus hijos mendigando pan" (Salmo 37:25, NTV).
Dios cuida de las aves del cielo y las alimenta. Él hace que las flores silvestres crezcan y se vuelvan hermosas. Sin duda, Él cuidará de Sus hijos, que para Él valen mucho más que las aves y las flores (Mateo 6:25-34). Las Escrituras no insinúan que nos sentemos sin hacer nada y dejemos que Dios satisfaga nuestras necesidades. Por el contrario, debemos confiar en Dios y no preocuparnos mientras cooperamos con Él, buscando Su reino (2 Tesalonicenses 3:6-15).
Si podemos decir, como Jesús: "La vida es más que la comida", significa que comprendemos que afanarnos por cubrir nuestras necesidades no es nuestro principal objetivo. En vez de poner nuestra confianza en el autosuministro, confiamos en Dios como nuestro proveedor. Después que Jesús ayunó en el desierto durante cuarenta días y cuarenta noches, la Biblia dice que pasó hambre (Mateo 4:2). El diablo vino y tentó a Jesús para que dependiera de Sus propios recursos, diciéndole: "Si eres el Hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en pan" (Mateo 4:3, NTV). La respuesta del Señor mostró Su entera dependencia de Dios: "¡No! Las Escrituras dicen: "La gente no vive solo de pan, sino de cada palabra que sale de la boca de Dios"" (Mateo 4:4, NTV). Jesús no abusaría ni desviaría Su poder para proveerse a sí mismo y saciar Su hambre.
Jesús vivía únicamente para hacer la voluntad de Su Padre (Juan 6:38). Una vez, después de un largo viaje sin comida, los discípulos instaron a su Señor a comer. Pero Él les dijo: "Yo tengo para comer una comida que ustedes no saben" (Juan 4:32, NBLA). Entonces Jesús les explicó: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y llevar a cabo Su obra" (Juan 4:34, NBLA).s les explicó: "Mi comida es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra" (Juan 4:34).
Como seres humanos, muchas veces nos sentimos tentados a tomar el asunto en nuestras propias manos, a actuar independientemente de Dios y a proveer para nosotros mismos. Puede que nos preocupemos por acaparar alimentos y provisiones antes de una tormenta. Tal vez nuestro sentido de seguridad dependa enteramente de la cifra de nuestro fondo de jubilación. Nos preocupamos por la inflación, el desempleo, el precio del combustible y la escasez de alimentos. Sin embargo, la vida es algo más que comida. Dios nos llama a reorientar nuestras prioridades: a confiar en Él. En lugar de estar ansiosos, deberíamos recordar el estímulo del apóstol Pablo: "No se preocupen por nada; en cambio, oren por todo. Díganle a Dios lo que necesitan y denle gracias por todo lo que él ha hecho. Así experimentarán la paz de Dios, que supera todo lo que podemos entender. La paz de Dios cuidará su corazón y su mente mientras vivan en Cristo Jesús" (Filipenses 4:6-7, NTV).
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¿Qué significa que la vida es más que la comida (Lucas 12:23)?