Pregunta
¿Qué dice la Biblia sobre la liturgia? ¿Debe un cristiano participar en el culto litúrgico?
Respuesta
La "Liturgia" es algo habitual en los servicios religiosos públicos. Las Escrituras no establecen ningún modelo estándar de servicio de culto para la iglesia. A su vez, varios pasajes del Nuevo Testamento nos dan importantes elementos que deberían formar parte de una iglesia local sana. Entre ellos se encuentran los siguientes:
Verdadera comunión: tratar a los demás creyentes como lo que son — familia, con un amor mutuo, unidad de corazón, y dar a los demás lo que es común en una buena familia (Hechos 2:44-46).
El cumplimiento de las ordenanzas: el bautismo de los creyentes y la conmemoración de la Cena del Señor / Comunión (Hechos 2:41, 42, 46; 1 Corintios 11:23-32).
La firme observancia de la doctrina de los apóstoles, la lectura de la Palabra de Dios y la enseñanza / predicación de la Palabra de Dios (Hechos 2:42; 1 Timoteo 4:13-16; 2 Timoteo 4:2).
Oración y alabanza, dependiendo de la dirección del Espíritu Santo (Hechos 2:42,47; Hechos 13:1-4; 1 Timoteo 2:1-8; Efesios 6:18).
Evangelización y discipulado, donde todos los miembros de la iglesia utilizan sus dones espirituales para servir a Cristo como parte del Cuerpo de Cristo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8; 1 Timoteo 4:5; Efesios 4:11-16; Romanos 12:3-8).
Si bien algunas iglesias son etiquetadas como "litúrgicas" debido a su orden y estilo de culto muy formal y predeterminado, todas las iglesias, en cierto grado, tienen un formato que suelen seguir. La mayor diferencia consistiría tanto en la medida en que esto es cierto, como en la posibilidad de cambiar ese formato común si fuera necesario. Es evidente a partir de Hechos 13 que la iglesia de la ciudad de Antioquía era flexible en cuanto a que estaba receptiva a la guía del Espíritu Santo. Si una iglesia es tan litúrgica que no hay posibilidades de que cambie de acuerdo a la guía del Espíritu Santo, la liturgia ha ido demasiado lejos. Una iglesia que es demasiado estructurada nunca permitiría la guía del Espíritu — ya tienen su propia "agenda"; no necesitan la de Él.
Hay dos posibles peligros adicionales en relación al culto litúrgico: (1) Las liturgias diseñadas por los hombres son falibles y por lo tanto han de ser examinadas para ver si son bíblicas. Sin embargo, esto es cierto tanto para las llamadas iglesias litúrgicas como para aquellas a las que no se les da esa etiqueta. En ambos casos los hombres falibles establecen el formato del servicio. (2) Las liturgias que necesitan la repetición de oraciones, respuestas, etc., se pueden empezar a hacer de memoria sin pensar o adorar verdaderamente de corazón. Y cuando esto sucede se convierten en "vanas repeticiones". No obstante, todavía es muy posible que un corazón sincero adore a Dios con oraciones repetitivas, etc., al reflexionar sobre lo que se dice y así adentrarse en esas oraciones que salen del corazón. Además, incluso en las iglesias no litúrgicas, ciertas canciones y coros se cantan repetidamente con el paso del tiempo y corren el mismo peligro de cantarse de manera lisonjera en lugar de hacerlo pensando en lo que se dice y se canta.
El hecho de que una iglesia sea litúrgica no es tan importante como si lo es la solidez de la doctrina de la iglesia y la solidez del pastor, tanto en el plano doctrinal como en el espiritual (1 Timoteo 4:16; Hechos 2:42). La concordancia con la Escritura, y no con la liturgia, determina si las prácticas de una iglesia son compatibles con las de una iglesia sana y basada en la Biblia.
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¿Qué dice la Biblia sobre la liturgia? ¿Debe un cristiano participar en el culto litúrgico?
