Pregunta
¿Qué significa obedecer a tus padres en el Señor (Efesios 6:1)?
Respuesta
En Efesios 5:21, el apóstol Pablo insta a los creyentes a someterse "unos a otros en el temor de Cristo" (NBLA). El significado de este versículo se explica primero a través de la relación entre marido y mujer (versículos 22-33), y se explica además a través de la relación entre hijos y padres (Efesios 6:1-4). En este artículo, nos centraremos en lo que significa que los hijos obedezcan a sus padres en el Señor (versículo 1).
Efesios 6:1-3 dice: "Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra". Al instruir a los niños, Pablo cita Deuteronomio 5:16, el mandamiento "con promesa".
Para comprender plenamente el peso de la exhortación de Pablo, debemos revisar primero el contexto bíblico. La Ley Mosaica prescribía penas severas, incluida la muerte, para los hijos que golpearan o maldijeran a sus padres (Éxodo 21:15, 17; Levítico 20:9). Estas penas indican la gravedad de desobedecer a los padres.
En el Nuevo Testamento, Pablo enumera la desobediencia a los padres como un pecado grave (Romanos 1:30; 2 Timoteo 3:2). Así pues, la obediencia a nuestros padres es más que una expectativa sociocultural; es un imperativo moral arraigado en los santos mandamientos de Dios. Desobedecer o deshonrar a los padres es cometer un pecado contra Dios mismo (cf. Lucas 15:18).
En Efesios 6:1, Pablo afirma inequívocamente que los hijos están obligados por Dios a obedecer a ambos padres, subrayando la importancia compartida de padres y madres dentro de la unidad familiar. Es crucial señalar que la sumisión de la madre a su marido, como se indica en Efesios 5:22-24, no disminuye su autoridad parental. Al contrario, reafirma la unidad y la responsabilidad compartida de ambos padres para educar a sus hijos en los caminos del Señor, dando un ejemplo bíblico de cómo deben ser la piedad y el amor.
La frase en el Señor en Efesios 6:1 modifica el verbo obedecer. Esto significa que la obediencia a nuestros padres no es una sumisión ciega a la autoridad humana. Por el contrario, obedecemos "en el Señor"; nuestra obediencia está arraigada en la comprensión del diseño de Dios para la unidad familiar y en el reconocimiento de que nuestras relaciones terrenales deben ajustarse a Su sagrada voluntad. Obedecemos primero a Cristo y, en nuestra obediencia a Él, obedeceremos a nuestros padres.
En Efesios 6:2-3, Pablo proporciona una razón convincente de por qué dicha obediencia es "correcta" o "justa". Cita el quinto mandamiento: "Honra a tu padre y a tu madre" (Éxodo 20:12) para demostrar la voluntad preceptiva de Dios para la humanidad. En el Antiguo Testamento había muchos mandamientos con una promesa (ver Génesis 17:1-2), pero este es el primero y el único de los Diez Mandamientos que contiene una promesa.
En la transición del Antiguo Pacto al Nuevo Pacto, observamos un cambio en la promesa de Dios de que los hijos obedientes "vivirán largo tiempo en la tierra"; es decir, en la Tierra Prometida. En el Nuevo Pacto, la promesa de la tierra (Génesis 12:7) adquiere una dimensión espiritual. La promesa no se refiere a una sección de tierra física en la tierra, sino que apunta a la herencia de la vida eterna en la presencia de Dios (cf. Juan 17:3).
Pablo no enseña que la salvación se base en las obras (ver Efesios 2:8-9). Al contrario, enseña que la obediencia a nuestros padres es una prueba de fe auténtica: "Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas" (versículo 10).
El mandato de que los hijos obedezcan a sus padres en el Señor trasciende el tiempo y la cultura, y resuena como una verdad eterna y un imperativo moral arraigado en los Diez Mandamientos. El deber de obedecer a nuestros padres va más allá del cumplimiento externo de las expectativas socioculturales o familiares, pues ejemplifica un corazón consagrado a Dios: "Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional" (Romanos 12:1).
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¿Qué significa obedecer a tus padres en el Señor (Efesios 6:1)?