Pregunta
¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: "Tengo otras ovejas que no son de este redil" (Juan 10:16)?
Respuesta
Juan 10:16 (NBLA) dice: "Tengo otras ovejas que no son de este redil; a esas también Yo debo traerlas, y oirán Mi voz, y serán un rebaño con un solo pastor". Jesús hizo esta afirmación durante un encuentro con los líderes religiosos después de sanar a un ciego (ver Juan 9).
En el discurso, Jesús se refiere a Sí mismo como el Buen Pastor y utiliza tres analogías distintas para transmitir verdades esenciales a los líderes y a los que estaban allí. La primera analogía es que Sus ovejas reconocerán Su voz y le seguirán (Juan 10:1-6). En la segunda analogía, Jesús subraya Su autoridad como la única forma en que cualquiera puede entrar, en contraste con los líderes que son "ladrones" y "salteadores" (versículos 7-9). Luego viene la tercera analogía, en la que Jesús se llama directamente a Sí mismo el Buen Pastor (versículos 10-14; cf. Salmo 23:1). Aunque estas analogías son ligeramente diferentes, todas se refieren a un mismo concepto: Jesús es el camino, la verdad y la vida (ver Juan 14:6). Por si estas analogías no fueran suficientemente ofensivas para Sus oyentes judíos, Jesús tenía más que decir. Declaró que tenía más seguidores, además de los que ya estaban con Él. Había otros seguidores que aún no habían creído, incluidos los gentiles.
El plan de salvación de Dios era progresivo, a partir de Génesis 3:15 (NBLA), "Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y su simiente; Él te herirá en la cabeza, y tú lo herirás en el talón". El pronombre Él se refiere a Jesús, y aunque Satanás "hirió su talón" en el Gólgota, Jesús lo aplastó en nombre de la humanidad (1 Juan 3:8; Heb 2:14-15).
Tras la caída se produjeron una serie de acontecimientos que llevaron a que Israel fuera seleccionado como el pueblo elegido de Dios, a través del cual Jesús vino a la tierra (Deuteronomio 7:6; Romanos 9:5). Los judíos consideraban esta elección como su identidad nacional, por lo que la inclusión de los gentiles impuros como "otras ovejas" debió de resultarles una desagradable sorpresa. Al fin y al cabo, esperaban que el Mesías les librara de los romanos gentiles. Sin embargo, Jesús se limitaba a proclamar lo que Dios ya había revelado a través de los profetas (Joel 2:28; Zacarías 2:11; Isaías 49:6). La Escritura también insinuó la salvación de los gentiles cuando Dios le prometió a Abraham lo siguiente: "En ti serán benditas todas las familias de la tierra" (Génesis 12:3, NBLA; cf. Gálatas 3:8).
Algunas de las "otras ovejas" llegaron cuando se salvaron 3.000 judíos en Hechos 2:41. Los samaritanos y un eunuco etíope se unieron al redil en Hechos 8. Después, el Espíritu Santo condujo a Pedro hasta Cornelio, abriendo la puerta para que entraran los gentiles (Hechos 10). A partir de entonces, el Espíritu eligió a Pablo y Bernabé para llevar la buena nueva a los gentiles, una misión que desencadenó la expansión del cristianismo por todo el mundo.
Han pasado más de 2.000 años desde entonces, y millones de las "otras ovejas" han entrado en el redil. En distintos continentes, naciones, tribus y lenguas, muchas personas han entregado su confianza a Jesús y han recibido Su don de la salvación. Incluso en países hostiles al Evangelio, los creyentes siguen floreciendo. Sin embargo, el trabajo aún no ha terminado. Estamos llamados a ser testigos del Evangelio, y a través de nuestro testimonio, Cristo atrae a más de Sus ovejas a Su redil.
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¿Qué quiso decir Jesús cuando dijo: "Tengo otras ovejas que no son de este redil" (Juan 10:16)?