Pregunta
¿Qué significa que los creyentes están sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13)?
Respuesta
Si necesitas un motivo para celebrar, considera la palabra de Pablo en Efesios 1:13: "En Él también ustedes, después de escuchar el mensaje de la verdad, el evangelio de su salvación, y habiendo creído, fueron sellados en Él con el Espíritu Santo de la promesa" (NBLA). Uno de los muchos puntos clave del libro de Efesios es que los creyentes están sellados por el Espíritu Santo de la promesa.
Un sello, tanto en el pasado como en la actualidad, sirve como marca de identificación para establecer la propiedad. Es similar a una estampilla, aunque los sellos tienen un significado mucho mayor. Los sellos se empleaban en cartas y documentos y, cuando un rey emitía un decreto, un sello lo hacía legalmente obligatorio (ver Daniel 6:7-9). En el mundo antiguo, también se utilizaban sellos en animales e incluso en esclavos. Lo que distingue a los cristianos es la naturaleza de nuestro sello. Más que una mera marca, los cristianos estamos sellados con una Persona.
El Espíritu Santo que mora en nosotros sirve como forma de identificación, un sello que demuestra nuestra pertenencia a Dios. La Nueva Traducción Viviente traduce Efesios 1:13 en términos sencillos: "Y ahora ustedes, los gentiles, también han oído la verdad, la Buena Noticia de que Dios los salva. Además, cuando creyeron en Cristo, Dios los identificó como suyos al darles el Espíritu Santo, el cual había prometido tiempo atrás".
Pertenecemos a Cristo cuando tenemos al Espíritu Santo viviendo en nosotros como un sello, una marca de identificación. Pablo reafirma esta verdad en múltiples lugares, incluido Romanos 8:9, "Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él" (Ver también 1 Corintios 3:16; 6:19-20; Gálatas 4:6.) Es imposible afirmar que perteneces a Cristo sin el Espíritu Santo. El sello, prometido por Jesús y profetizado en el Antiguo Testamento (Isaías 44:3; Joel 2:28-29), también puede considerarse un don (Hechos 2:38). ¡Qué privilegio tener el Espíritu de Dios morando en nosotros!
El Espíritu Santo proporciona la seguridad interna y externa de que estamos seguros en Cristo. Internamente, el Espíritu Santo genera un deseo de agradar a Dios, una convicción más profunda e incluso un propósito transformado para nuestras vidas. Aunque los nuevos creyentes pueden experimentar a menudo una alegría y un entusiasmo parecidos al enamoramiento de una nueva relación, no siempre es así. Algunos pueden encontrar seguridad a través de una convicción tranquila. Externamente, nuestra seguridad se deriva de la Palabra de Dios. Cuando leemos, estudiamos y meditamos las Escrituras, el Espíritu confirma nuestra salvación. La seguridad externa es especialmente valiosa en los momentos en que la carne parece prevalecer.
Entonces, ¿cómo debemos responder a la realidad de que el Espíritu Santo nos sella? En primer lugar, debemos alegrarnos de que cualquiera que esté en Cristo sea una nueva creación (2 Corintios 5:17) y un templo, regenerado y habitado por el Espíritu. De ello se deduce lógicamente que debemos vivir de forma diferente y tratarnos como templos, manteniéndonos alejados de todo lo que nos contamina (1 Corintios 6:19). Pablo resumió la vida cristiana en una frase: "anuncié primeramente...que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento" (Hechos 26:20).
El Espíritu Santo, como sello, nos proporciona la confianza de que pertenecemos a Dios y de que nuestra salvación está asegurada. El Espíritu nos guía, iluminando las Escrituras, otorgando dones en beneficio del cuerpo de Cristo y capacitándonos para cumplir la voluntad de Dios.
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¿Qué significa que los creyentes están sellados con el Espíritu Santo de la promesa (Efesios 1:13)?
